El Concurso Universitario de Investigación e Innovación Hídrica 2024 sorprendió en su etapa final, donde se presentaron proyectos desarrollados por alumnos de 10 universidades del sur de Tamaulipas, enfocados en el aprovechamiento, cuidado y reutilización del agua mediante IA y nanotecnología.
Algunos de estos proyectos incluyen desalinizadoras, filtros y dispositivos para monitorear la calidad y niveles del recurso hídrico. Los ganadores se darán a conocer el próximo 29 de noviembre en el primer Foro Metropolitano del Agua, organizado por la Mesa Ciudadana del Agua.
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La etapa final se realizó en las instalaciones del Tecnológico de Monterrey, Campus Tampico. Se presentaron 20 proyectos en cuatro categorías y se seleccionaron a los mejores.
A este concurso se invitó a las instituciones de educación superior del sur de Tamaulipas con el propósito de motivar la participación en la resolución de problemas futuros, ya que las próximas generaciones deben hacerse responsables.
La Mesa Ciudadana del Agua informó que actualmente se consumen tres mil litros por segundo del recurso en la zona conurbada, y de esa cantidad solo se trata el 17% de las aguas negras.
1) Nanomembranas a base de grafeno: UT Altamira
Desde la Universidad Tecnológica de Altamira (UT) se presentó un proyecto de nanomembranas a base de óxido de grafeno para tratar el agua de mar y lograr su desalinización.
Se propone desarrollar el material en colaboración con el CICATA de Altamira, quienes han presentado una metodología para fabricarlo.
“Se une esa parte con algún polímero para evaluar la eficiencia de las membranas, haciendo un desarrollo que permita mejorar el proceso y fabricar las membranas de manera sustentable con recursos propios”, explicó la asesora Yarazat Hernández Castillo, de la carrera de Ingeniería en Nanotecnología del séptimo cuatrimestre.
2) Biorreactor con algas: UVB
Otro proyecto es el de la Universidad Valle del Bravo, donde las alumnas Dulce Larisa Tovar, Nicole Lizarraga, Anel Michel Velázquez y Paloma de Jesús Sánchez, de la carrera de Gastronomía, desarrollaron un biorreactor a base de algas.
Este dispositivo busca la purificación del agua aplicando economía circular, aprovechando las aguas contaminadas para convertirlas en biomasa mediante el uso de microalgas. El agua filtrada solo se destinará para uso doméstico.
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3) Monitoreo del agua con IA: IEST Anáhuac
Por su parte, los estudiantes del Instituto de Estudios Superiores de Tamaulipas (IEST) Anáhuac presentaron un sistema autónomo que monitorea los parámetros del agua, como temperatura, conductividad, pH, metales disueltos y oxigenación.
Este sistema ayuda a llevar un control en sistemas de lagunas, como Champayán y Laguna del Carpintero, mediante inteligencia artificial que analiza los indicadores y los traduce en soluciones para autoridades públicas. Los datos se almacenan en una página web.
El dispositivo incluye un GPS, simulación 2D y una cámara; además, flota y ha sido probado en la Laguna del Champayán, donde la Comisión Nacional del Agua (Conagua) les otorgó permisos para su uso en dicho cuerpo de agua.
“Los datos que arroja el equipo permiten saber si el agua es apta para uso humano y si es posible potabilizarla, además de verificar el nivel del agua, si ha disminuido o aumentado”, comentó Juan Roberto Alexander, alumno de Ingeniería en Mecatrónica del tercer semestre, junto a sus compañeros Ian Barragán, Edi Castellanos, Isami Montero, Sergio Ulises, Kevin Francisco Muro y su asesor, el profesor José Luis Horak.
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4) Ahorro de agua en autolavados: ICEST
Los alumnos del Instituto de Ciencias y Estudios Superiores (ICEST) desarrollaron un sistema para autolavados que busca ahorrar 50% del agua, considerando que en promedio se gastan tres mil 200 litros diarios al lavar 32 vehículos.
Funciona mediante sensores y un sistema de filtración de agua que capta el agua, la almacena en una cisterna y separa el jabón, lodo y agua. Luego, esta agua pasa a otro tanque de agua gris, donde se trata y filtra para eliminar sedimentos y contaminantes. Posteriormente, se almacena en un tanque de agua limpia, donde se utilizan sensores de pH y turbidez antes de ser reutilizada para lavar los autos.
Los alumnos Johny Sobrevilla, David Ruiz, Ismael de Jesús Quilantán Sierra, Sebastián Tristán y Diego Aguilera, del séptimo semestre de Ingeniería Mecatrónica del ICEST, participaron en el desarrollo de este proyecto.
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El objetivo es abarcar todo el ciclo del agua, desde su extracción hasta su tratamiento y reutilización. Las propuestas que se presentaron son proyectos viables, y se premiarán las más innovadoras para su pronta aplicación, explicó César Ponce, enlace de las universidades.
La capacidad de inventiva de los jóvenes, así como su uso de IA y nanotecnología, plantean posibilidades prometedoras para enfrentar el problema hídrico, una necesidad cada vez más urgente.
