A menudo diversos campos del conocimiento tienen que trabajar juntos para conseguir los mejores resultados.
Es el caso de los neurocirujanos y neuropsicólogos, ambos profesionistas de la salud se ven implicados en las operaciones cerebrales que son efectuadas con el paciente despierto. Quienes las han experimentado dicen “que no duele”, ¿cómo es esto posible?
Por medio del artículo “Qué es la cirugía en paciente despierto y qué revela sobre el funcionamiento de nuestro cerebro”, escrita por Isabel María Martín Monzón, para “The conversation”, sabemos cómo se realizan este tipo de intervenciones quirúrgicas.
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Conozcamos a ED
ED es el nombre usado para llamar al estudio de caso que se presenta en la nota de “The conversation”.
ED tiene 35 años, es de origen francés, de profesión mecánico, trabajador de la Fórmula Uno y, además de su lengua materna, domina también el idioma español. Al paciente se le diagnosticó un tumor en el lóbulo derecho.
Las operaciones cerebrales conllevan el riesgo de afectar conexiones neuronales y fibras nerviosas que pueden tanto borrar recuerdos, como disminuir las capacidades físicas, comprometer la salud mental e, incluso, alterar la personalidad del paciente. Ante esta problemática, ¿qué se puede hacer?
¿Cómo es una cirugía con el paciente despierto?
Cuando ED fue llevado al quirófano, estaba despierto. La anestesia había sido aplicada en los huesos, músculos y piel de su cabeza. Si no experimentó ninguna clase de sufrimiento físico fue porque la masa cerebral carece de nociceptores, los cuales son los encargados de detectar el dolor.
A pesar de que un neurocirujano estaba literalmente hurgando el cerebro de ED, él no sentía nada.
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Mientras, el neurocirujano extirpaba el tumor. Un neuropsicólogo realizaba preguntas constantes al paciente para verificar que sus capacidades cognitivas no se vieran comprometidas conforme avanzaba la intervención.
Entre las interrogantes que se suelen hacer, apunta Martín Monzón, se encuentran cuestiones tales como: “¿Qué objeto es este?”, “¿Qué emoción expresa esta imagen?” y “¿Puedes mover los dedos de la mano izquierda?”, entre otras. El objetivo es medir la capacidad de respuesta y el grado de lucidez de quien está siendo intervenido.
¿Cuál fue el final de la historia?
ED era un paciente de 35 años, con tumor cerebral, casado, bilingüe y mecánico de la Fórmula Uno, y lo sigue siendo, solo que ahora su tumor se redujo en un 90% gracias a la operación.
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El campo de la ciencia sigue avanzando y, al parecer, obtener buenos resultados depende de una cooperación de diversas áreas del conocimiento.
