Jeanely y Vladimir así como Yessica y Alfredo son parejas unidas por el amor que se profesan, sí; pero hay un lazo común entre ellos que ha reafirmado sus respectivas uniones y ha sido factor para establecer relaciones sólidas, con muchos años de convivencia en la que han gozado de grandes triunfos y uno que otro tropiezo en sus disciplinas, que no han hecho sino estrechar aún más el cariño que se profesan. Ese lazo es el deporte.
Suscríbete a la edición digital de El Sol de Tampico aquí
Jeanely Saldívar y Vladimir Palomo destacan en el atletismo y desde muy jóvenes, en parte gracias a esta disciplina, han unido sus caminos primero compitiendo juntos y ahora entrenando, igualmente lado a lado y lo más importante, unidos en familia.
Por su parte, Yessica del Ángel y Alfredo Ramos se conocieron y fue él quien le llevó por el sendero de las artes marciales, un camino que ella gustosamente aceptó y de ahí en adelante han sido inseparables tanto en familia como en el karate do.
Cuenta el sensei Alfredo Ramos que “cuando éramos novios la invité a presenciar uno de mis entrenamientos, con mi maestro Mario Fernández Torres en la Unidad Deportiva de Tampico y acompañándome a ver las clases.
Tras la invitación se incorpora a los entrenamientos, de eso hace más de 17 años, está por cumplir 18 años en la práctica del karate do y juntos, ha sido nuestra pasión todo este tiempo e incluso nuestros hijos ya practican la disciplina, es algo que hacemos en familia y ha sido un camino muy bonito porque aparte de eso hemos crecido estando a cargo de las diferentes escuelas deportivas como entrenadores, teniendo la maestra Yessica a su cargo todo el equipo infantil de nuestras diferentes escuelas”.
Rememora, por su parte, Vladimir que “estamos juntos Jeanely y yo desde 1991, hace 30 años que nos conocimos, fuimos compañeros de Selección Tamaulipas como seis años, primero en aquellos procesos para los Juegos Nacionales Conade que después fue la Olimpiada Nacional. Comenzamos con aquel formato y recorrimos casi toda la república”.
Gracias al atletismo fue que se conocieron, “luego fuimos compañeros de selección universitaria y participamos en dos o tres universiadas, y a raíz de eso fue como se formó nuestra relación. Estamos juntos desde el 98 nos casamos en 2002 y tenemos a dos pequeñas bendiciones que son nuestras hijas”.
Yessica recuerda cómo se inició en el karate. “Yo iba a lo desconocido cuando él me invitó al karate y pues me gustó mucho, me gustó verlo practicar también recibir al invitación por parte del sensei Mario y pues desde el 2003 aquí seguimos, ya son casi 18 años en la práctica y ha sido muy bonito porque lo complementamos, sobre todo hay más armonía porque ya también nuestros hijos lo practican, entonces es uns ventaja que todos estemos en este camino porque nos da la oportunidad también el karate de convivir con ellos, ellos van a los lugares donde nosotros entrenamos, a los dojos y pues ahora si que fortalecemos los lazos familiares”.
Jeanely dice que “es muy curioso, decidimos estudiar primero educación física para mantener la llama del atletismo viva, y después estando en educación física, sobre la marcha decidimos certificarnos como entrenadores.
“El atletismo” afirma, “es un estilo de vida, es parte de nuestra familia y el hecho de ser formadores como docentes nos da la pauta para seguir alimentándonos de esto que es una verdadera pasión para nosotros que es tratar de darle las herramientas a los talentos de la zona sur y verlos crecer, ayudarlos en su formación integral, el atletismo te forma en la vida.
“El deporte ha venido a reforzar nuestro matrimonio, nuestra familia y pues es un cúmulo de bendiciones, la verdad, porque hemos sabido complementar muchísimo esta parte, lo deportivo, lo amoroso y lo familiar y aquí seguimos, luchando día a día y hemos sentido que el deporte ha sido parte de nuestro crecimiento”, señala Yessica.
Alfredo asegura que “el deporte nos ha dado muchas satisfacciones, no solamente en el ámbito de la competencia, es la mejor opción para convivir como pareja, en familia, ver el crecimiento de nuestros hijos a través del deporte en un ambiente sano eso es lo más bonito que me ha pasado en la vida”.
En tanto Vladimir destaca lo importante que ha sido Jeanely en su vida. “El poder compartir todo este tiempo juntos y sobre todo con esta pasión que nos une. Para mí es motivo de orgullo y satisfacción y mi agradecimiento eterno por el poder llevar siempre adelante nuestra familia, que siempre esté a mi lado, que estemos juntos con ese amor y respeto que nos hemos tenido y el gran equipo que hemos logrado formar en todos estos años en el ámbito familiar y en el ámbito profesional”.
Y Jeanely confirma: “La verdad, le doy gracias a la vida que puso a este hombre en mi camino, que me ha permitido realizarme y realizarnos juntos, que sigamos con esta pasión que nos ha unido que es el atletismo que es un estilo de vida para nosotros, que lo amo y le doy gracias a Dios porque nos unió y día a día caminamos de su mano y vamos más fuertes que nunca”.
Ante tales testimonios, es evidente que el amor y el deporte, ¡sí se llevan! Alfredo y Yessica, Vladimir y Jeanely son la prueba palpable.