Sergio Álvarez Tijerina nunca se dio por rendido y con coraje, esfuerzo, y sí, con mucho sufrimiento pero con el deseo inmenso de vivir, a un año del lamentable accidente que sufriera con el equipo de Altamira Rayados, sigue laborando con renovado entusiasmo en los proyectos del plantel, motivación pura para quien en cada acción demuestra sus ganas de salir adelante.
Es cierto. Su vida cambió drásticamente pero lejos de darse por vencido, Checo Tijerina ha sabido encauzar lo acontecido para darse fuerzas y continuar con su pasión, el futbol, esa que lo ha llevado a acumular numerosos triunfos, cosechar grandes amigos pero, sobre todo, formar a niños y jóvenes en el ámbito deportivo.
Y entre las actividades que tiene planeado realizar, destaca la entrega de juguetes a niños necesitados de Altamira y de Tampico, labor que realiza desde hace seis años y que irónicamente no pudo realizar el año pasado debido al lamentable percance, sin embargo, con el apoyo de los papás de los niños que integran la Academia Rayados y con el esfuerzo del mismo plantel, en este 2018 espera poder llevar felicidad a numerosos chiquitines.
Además, se ha dado a la tarea de seguir promoviendo la práctica del futbol, ahora con niños más pequeños, pues Altamira Rayados cuenta con chiquitines desde cuatro años, además de las categorías mayores en las que sobresalen elementos de gran calidad.
Óscar Jair Turrubiates y Gabriel Medrano Díaz son un ejemplo de esto último, pues el volante de contención y delantero respectivamente, ambos con quince años de edad, se reportarán en el mes de enero a un campo de pruebas ni más ni menos que con el flamante campeón del futbol mexicano, las Águilas del América.