Tomás Boy Espinoza, propio de un carácter fuerte y pasional en los banquillos de futbol, fue “Jefe” de la Jaiba Brava del Tampico-Madero.
Novato en la dirección técnica, tras un breve paso por Estados Unidos en 1988, arribó a la zona sur del estado a mitad de la campaña 1989-1990 para tratar de rescatar un barco sin rumbo y que se iba hundiendo poco a poco.
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PRIMER RETO EN EL FUTBOL MEXICANO
Esta experiencia fue para él la primera dentro del futbol mexicano, con apenas 38 años, tomó al toro por los cuernos, comenzando a forjar un estilo y una estrategia que aplicaría para los momentos difíciles de cada uno de los equipos que fue tomando el cargo de timonel; Boy llegó al cuadro celeste en calidad de bombero y sacarlo de la quema del descenso.
Los problemas económicos en los que se vio envuelto el Sindicato Petrolero tras la detención del otrora líder, Joaquín Hernández Galicia en 1989, laceró al plantel para mantenerlo en los primeros planos o por lo menos con esperanza de clasificar a la liguilla, el equipo dejó mucho que desear con Hugo Fernández, sucesor de Carlos Reinoso.
EL JEFE AL RESCATE DE LOS CELESTES
La Jaiba Brava luchaba mano a mano por no irse a la segunda división profesional con los Potros de Hierro del Atlante, fue luego de la derrota ante Cobras de Ciudad Juárez por 2-1, cuando el uruguayo Hugo Fernández dejó el cargo en la fecha 10 del máximo circuito.
Vino así la oportunidad para ex jugador de los Tigres de la UANL, Atlético Español y Atlético Potosino quien tomó al equipo en la jornada 13 en el Clásico Tamaulipeco debutando con derrota de 1-0 en el Estadio Marte R. Gómez con Correcaminos de Ciudad Victoria, esa temporada perdería también en el coloso de la Unidad Nacional por la mínima ante los plumíferos.
DEJÓ A LA JAIBA BRAVA EN EL MÁXIMO CIRCUITO
Tomas “Jefe” Boy Espinoza, dejó a la Jaiba Brava del Tampico-Madero en la primera división, franquicia que poco después desaparecería.
Tuvo la oportunidad de dirigir 25 partidos con saldo de 6 victorias, 11 derrotas y 8 empates, en donde el más importante punto rescatado, fue ante la trinca Fresera del Irapuato, igualando sin goles en el Estadio Tamaulipas, en donde logró la permanencia.
Tomás Boy murió el día de ayer, pero dejó una huella honda e indeleble como “Jefe” de la Jaiba Brava del Tampico-Madero.