Se nos adelantó el popular “Pru”

Prudencio Vargas ya disfruta del futbol en la eternidad

Héctor Rivera | El Sol de Tampico

  · domingo 30 de agosto de 2020

Foto: Héctor Rivera | El Sol de Tampico

Con la partida al viaje sin retorno de Prudencio Vargas Orta, se va un personaje indispensable en la historia del futbol profesional de Tampico y Ciudad Madero, ya que como masajista, utilero, o en lo que se le necesitara, “Pru”, como cariñosamente se le conocía, siempre estaba dispuesto a cumplir la encomienda que le fuera asignada.

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Nacido en 1941, Prudencio Vargas se destacó como parte del cuerpo técnico desde finales de los 70's, con el Tampico de Paulino Lomas, colaborando para entrenadores como Carlos Miloc, Dagoberto Moll, Ignacio “Gallo” Jáuregui, Carlitos Peters, Hugo Fernández, y José Antonio Roca, con quien cultivó una importante amistad.

Posteriormente siguió laborando en el futbol profesional ahora con la Jaiba Brava del Tampico-Madero, con directores técnicos de la talla de Roberto Matosas, Carlos Miloc nuevamente y con Carlos Reinoso; luego de 1989 se trasladó a Querétaro.

Retornó al puerto jaibo para seguir participando en el balompié, a principios de los 90's con el Tampico-Madero de la Segunda División de Antonio Peláez Pier, que se consagraría campeón de ascenso en la temporada 93-94.

Siguió participando con los diferentes representativos del Tampico-Madero a lo largo de esa década y luego incursionó con las Aguilas y la Jaiba Brava del Tamaulipas del finado profesor Oscar Hernández y más adelante con el Tampico Madero de Rafael Cobos (QEPD); más recientemente estuvo participando con el equipo de Tercera División Orgullo SurTam, entro muchos más en los que colaboró. Su hijo Sergio Vargas jugó en el futbol profesional con Tampico-Madero, Necaxa y Tigres.

Con 79 años de edad, el “Pru” se nos adelantó en el llamado viaje sin retorno, pero sin duda será recordado por los aficionados que le conocieron, los amigos qude convivieron con el y por sus seres queridos. Por lo pronto, ya disfruta del futbol en la eternidad. Descanse en paz.