La gimnasia en la zona sur de Tamaulipas ha dado por décadas excelentes atletas, las cuales han trascendido no solo en el estado, sino a nivel nacional e internacional, una de ellas es Sara Ayala, quien contó su historia para EL SOL DE TAMPICO, ya que además de ser gimnasta, también es licenciada en Educación Física.
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Sara Margarita Ayala Díaz comenzó en la disciplina de la gimnasta olímpica en septiembre de 1972 en la Unidad Deportiva de Tampico, participando casi de inmediato en campeonatos estatales y nacionales representando a la zona sur y al estado, respectivamente, siendo en 1978 campeona nacional con el equipo del Instituto Tecnológico de Ciudad Madero.
“Arranqué en este deporte con el profesor Manuel Guzmán Villalobos a la edad de 9 años, pero es una historia muy simpática porque mi hermano Octavio ingresa a la gimnasia con dos amigos y dice en casa que había clases para niñas, a las cuales entramos mi hermana Laura y yo”, comentó Sara Ayala.
La docente compartió que al pertenecer al equipo de la Unidad Deportiva tenías que cumplir procesos, ya que eran 6 filas, iniciabas en la sexta y conforme iban evolucionando avanzaban a las siguientes, recordando que gracias a la disciplina y lo estricto de sus entrenadores como Manuel Guzmán, Dora Delgado, Minerva Espinosa y Beatriz Flores lograron perfeccionar sus técnicas.
“La Unidad Deportiva de Tampico era el semillero de la zona sur en esta disciplina, todas las entrenadoras que existen en la actualidad salieron de ahí, siendo el pilar el maestro Guzmán Villalobos, era el precursor, el presidente de la Asociación de Gimnasia, un luchista incansable para que este deporte creciera”, argumentó la maestra en Educación Física.
La exgimnasta platicó que Guzmán le dijo a los 14 años que se le notaba la vocación para ser entrenadora, “a mí me gustaba la vocación de maestra, desde la primaria yo dije quiero ser maestra”, lográndolo posteriormente, pero a esa edad le dieron a cargo un grupo de niñas de entre cuatro y seis años, iniciando así su carrera como entrenadora, la cual dice, le gustó.
A partir de 1980 como entrenadora tuvo la participación en muchos campeonatos municipales, estatales y nacionales, logrando subir al podio y traer a la zona sur excelentes resultados para la gimnasia artística, hasta 1990 donde fue seleccionadora del estado y también tener logros importantes.
En 1984 tuvo la oportunidad de ser la presidenta de la Asociación de Gimnasia de Tamaulipas, apenas rebasando los 20 años de edad, avalada por la Federación Mexicana de Gimnasia, siendo la mandamás María Elena Ramírez; en esos primeros cuatro años tuvo excelente gestión, siendo reelegida en el período siguiente de 1986 a 1990.
Por otra parte en 1988-1989 acudió a la escuela de cultura física de La Habana, en Cuba, a cursos de certificación de gimnasia artística y metodología del entrenamiento, además de recibir una presea en reconocimiento a su labor otorgada por el gobernador Américo Villarreal Guerra.
Dentro de su trayectoria como docente escolar inició en 1983 en la Escuela Normal de Educación Física “Miguel Hidalgo”, impartiendo la materia de Gimnasia y Metodología del Entrenamiento, posteriormente en la escuela “Félix de Jesús Rougier”, para en 1986 ingresar de lleno al Magisterio a la Secundaria General No. 4, “Lázaro Cárdenas del Río”; en 1990 comenzó a impartir cátedra en el CETIS 109 de la urbe petrolera, al año siguiente continuó en la Escuela Secundaria Número 6 “Crescenciano Juárez Castro”.
“En mi labor como docente y al estar de lleno en el deporte, me dio la oportunidad de poder ejecutar tablas gimnásticas, rondallas, las escoltas, danza folclórica, además de promover las disciplinas como basquetbol, voleibol, atletismo, handball y por supuesto participar en los desfiles del 20 de noviembre, también en diferentes exhibiciones del equipo de gimnasia entre otras cosas”.
Cabe destacar que en medio de su labor en las aulas y canchas de las diferentes instituciones, contaba con su propia Academia de Gimnasia Artística, la que tenía todos los aparatos necesarios para que las alumnas se desarrollaran y perfeccionaran sus movimientos, de dicha escuela salieron muchas niñas con talento, quienes hoy en día son entrenadoras también.
Al cuestionarle si le gustaría regresar a la gimnasia, sentenció: “Sí, es un deporte que me dio mucho y creo que le devolví poco o mucho, eso lo dirán mis alumnas y los padres de familia, es un amor enorme que le tengo a la gimnasia, que sin duda alguna regresaría, pero eso lo dirá el tiempo”.
Por último agradeció a toda la gente que conoció a lo largo de todos estos años, puesto que se hicieron amistades que hasta el día de hoy conserva, también recordó a las personas que se adelantaron en el camino de la vida, ya que dejaron huella en ella.
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