La tenista Renata Zarazúa, quien está haciendo historia en el torneo de Roland Garros tras convertirse en la primera jugadora mexicana en 59 años en disputar este que es uno de los Grand Slam, participó tres años consecutivos en el Abierto de Tenis Tampico, competencia profesional celebrada en el puerto jaibo, en las ediciones de 2015 a 2017.
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Fernando Tamayo, director del Abierto Tampico de Tenis, señala que Renata Zarazúa “es una tenista entregada a su profesión, y sin duda es un orgullo haberla tenido participando en el torneo, cuenta con el total apoyo de su padre José Luis Zarazúa, quien ha logrado que la carrera de Renata vaya por buen camino, no solo por la calidad de los torneos que ha participado sino por algo también muy importante, los patrocinios que ella tiene”.
Si bien es cierto que en los torneos en que compitió dentro del Abierto Tampico no le fue muy bien, sin duda alguna este certamen fue una de las vitrinas para la joven jugadora mexicana, afirma Fernando Tamayo quien comenta que de hecho, de la justa que se venía realizando en el puerto jaibo, un total de 30 tenistas que participaron en el certamen están compitiendo en Roland Garros. “Era un Torneo de la serie 100k+H y el nivel era muy alto”, señala.
Jorge Pérez Padilla, quien formó parte del staff del Abierto Tampico, cuenta que “yo recuerdo que ella vino desde 2015, ese año le dieron el 'wild card', era muy joven pero ya despuntaba, y prueba de ello es lo que está haciendo en Roland Garros.
Seguiría compitiendo en los siguientes dos años aunque sin pasar de las rondas iniciales.
Renata Zarazúa, quien de acuerdo a la página de la WTA nació el 30 de septiembre de 1997 en la Ciudad de México, se encuentra colocada en la posición 178 del ranking mundial; con 1.60 metros de estatura, ha ganado dos títulos individuales y 15 dobles en torneos ITF a lo largo de su trayectoria.
Zarazúa culmina con un total de 59 años sin que una jugadora mexicana lograra calificar a Roland Garros desde que Yolanda Ramírez lo hiciera de forma consecutiva entre 1961 y 1962, y además, consuma el regreso de una tenista de nuestro país a un torneo de los llamados Grand Slam, desde que Angélica Gavaldón lo hiciera en el Abierto de Australia del año 2000.