En exactamente cuatro años más, en la desértica y calurosa península de Qatar, se dará el puntapié inicial a la mayor fiesta del balompié y que los europeos han bautizado esta vez “Copa de Fútbol de Invierno” por ser el primer Mundial disputado a fin de año, cuando la estación fría reina en el Hemisferio Norte. A partir de ahora, Qatar dispone de tiempo y dinero suficientes para terminar los trabajos en los estadios y construir una infraestructura adecuada para recibir a los miles de fanáticos que viajarán desde todos los rincones del mundo.
Un desafío más difícil de cumplir para los dueños de casa será disponer de una selección competitiva. En el actual ranking de la Fifa, el equipo de Qatar ocupa el lugar número 96, más atrás que las Islas Farohe y un poco antes que India y Estonia. Recientemente lograron una pequeña hazaña al ganarle a Suiza por 1 a 0 y empatar 2 a 2 con Islandia, que tuvo un buen papel en el Mundial 2018.
La apertura de la 22ª edición de la Copa del Mundo de la Fifa se realizará el 22 de noviembre de 2022, en el Estadio Iconic Lusail, 23 kilómetros al norte de Doha, la capital del país. El estadio, cuya inauguración está proyectada para el primer semestre de 2019, tendrá una capacidad para 86. 250 espectadores.
Según las estimaciones más optimistas, se espera que 1,5 millones de fanáticos lleguen a Qatar, un aumento poblacional significativo para un territorio de sólo 11.600 kilómetros cuadrados en el Golfo Pérsico y donde viven aproximadamente 2,7 millones de personas.
El enorme flujo de visitantes estará concentrado principalmente en Doha. A fin de cuentas, de los ocho estadios para el torneo, cuatro se ubican en la capital de Qatar y los otros cuatro en ciudades periféricas. Todos los estadios estarán conectados por un sistema ferroviario metropolitano, cuyo núcleo forma parta del metro de Doha. La idea es que alrededor del 60 por ciento de los visitantes se desplacen en tren hacia los estadios a mayor distancia, entre el Estadio Al Bayt, al norte de Doha, y el Estadio Al Wakrah, al sur.
Los costos para levantar los nuevos recintos deportivos o remodelar los que ya existen se estiman entre 2,8 billones a 4 billones de dólares. La inversión total para la Copa aún es muy incierta y los cálculos van desde 50 billones hasta 220 billones de dólares, cifras que anticipan para Qatar el título del Mundial más caro de la historia.
Entre otras inversiones, las autoridades se proponen construir una ciudad entera desde cero para la Copa, justamente Lusail.
El Mundial de Qatar deberá ser el último con 32 selecciones participantes. La siguiente Copa, organizada en conjunto por Estados Unidos, Canadá y México, tendrá 48 equipos. El presidente de la Fifa, Gianni Infantino, ha expresado claramente que le gustaría ver una Copa con 48 selecciones ya en 2022, pero a estas alturas Qatar se vería sobrecargado, como único organizador del torneo, con un mayor número de equipos participantes.
El Mundial en el emirato de Qatar estará marcada por hechos inéditos en diversos aspectos. Por primera vez, la Copa será disputada en un país musulmán y en territorio árabe.
Nunca antes tampoco se había jugado a finales de año, en medio de la competencia en el Viejo Continente, lo que obligará a ajustar sus calendarios a las grandes ligas europeas.