Además de las víctimas mortales que ha cobrado, el coronavirus también afectó notoriamente las actividades deportivas en diversas partes del estado, las cuales no tienen fecha para regresar a sus actividades normales generadoras de riqueza.
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Y no se trata solo de la infraestructura instalada que hoy está vacía o en constante deterioro, sino de una gran industria de comercio, hotelería, restaurantes y sitios vacacionales que se han visto afectados por esta pandemia que sigue viva.
“ENTERRÓ” EL ESTADIO DE PLAYA
Entre los lugares emblemáticos que en el pasado brillaron por detonar del comercio incluso a nivel internacional está el estadio de voleibol playero ubicado en playa Miramar, principal destino turístico de Tamaulipas.
Esta obra en la que la Comisión Nacional del Deporte (Conade) invirtió poco más de 11 millones de pesos, fue inaugurada en marzo de 2013 por el entonces Gobernador priista de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú, quien avaló que el complejo llevara el nombre de su padre Egidio Torre López, título que fue retirado con el cambio de administración en Ciudad Madero y Tamaulipas.
El presidente del Consejo Empresarial de Ciudad Madero, Jaime Posadas Lara, señaló que la actividad deportiva, no solo en voleibol, sino en atletismo y CrossFit que se desarrollaba en playa Miramar impulsaba el crecimiento hotelero hasta en 20%.
“Tuvimos el desarrollo de importantes torneos de voleibol en el polideportivo de playa, yo recuerdo que uno de los más importantes fue hace tres o cuatro años de carácter nacional, fue el más concurrido en lo que es voleibol de playa amateur nacional”, destacó.
Recordó que para ese evento, además de utilizar todo el estadio playero fue necesario habilitar 10 canchas más.
“Estimamos que durante los eventos la ocupación creció en 15 o 20% por turismo deportivo, es uno de los datos que podríamos tener, algunos de ellos de procedencia lejana”, agregó.
El presidente de la Asociación de Hoteles del Sur de Tamaulipas, Íñigo Fernández Bárcena, señaló que por efectos de la pandemia el turismo de reuniones, que incluye los congresos y los eventos deportivos no se ha logrado reactivar, por lo que el estadio no tiene fecha para volver a utilizarse.
“Ha habido muy pocas competencias deportivas derivadas de este tema, entiendo que los preselectivos, estatales, nacionales ya no se dieron en 2020 y eso nos afecta directamente porque es una parte del turismo de reuniones y de congreso que no se ha podido recuperar”, señaló.
Explicó que por la contingencia sanitaria, playa Miramar cerró varios meses, lo que propició un desplome en la ocupación hotelera que nunca antes se había visto.
“No nos hemos recuperado en la generación de ocupación de hoteles, en el mes de abril y mayo del 2020, la ocupación en promedio de toda la zona fue de 9%, estamos hablando de una caída drástica”, detalló.
Iván Contreras, voleibolista tamaulipeco reconocido internacionalmente, lamentó que la proliferación del coronavirus en el mundo cerrara las canchas y espacios deportivos, lo que golpeó directamente a la economía.
“El voleibol es un deporte que no es de contacto, pero con el roce del balón es relativamente, creo yo, peligroso; es entendible que no se realizan juegos ni torneos de voleibol, hay que acoplarnos a la nueva realidad y es importante”, opinó.
Indicó que antes de la pandemia en Tampico y su zona metropolitana se realizaban hasta 50 torneos de voleibol, incluyendo las actividades del estadio de playa.
“El estadio es amplio, de un lado cabían dos canchas de voleibol, que es la cancha central, ahí cabían un buen número de canchas, es un espacio que se puede aprovechar muy bien. Reactivó la situación económica, atraía mucha gente de afuera”, apuntó.
VIRUS AHUYENTÓ A MIL 500 VENDEDORES
El representante de vendedores en playa Miramar, Miguel Mayorga, apuntó que durante las actividades de Semana Santa que incluían conciertos y eventos deportivos, llegaban a trabajar hasta mil 500 vendedores que hoy, tras el confinamiento obligado, prácticamente han desaparecido.
“Éramos mil 500, se ubican alrededor del estadio, en la zona de playa, en las escolleras, pero llegó lo del virus, el cierre de la playa, la falta de apoyos y hoy ya han de quedar como 100, los demás se habrán ido a buscar el sustento de otra forma”, señaló.
Relató que algunos comerciantes abandonaron su oficio para dedicarse a otras áreas como la pesca o la albañilería, mientras que otros retornaron a estados como Oaxaca, Chiapas, Guerrero, sus entidades de origen.
CAE ACTIVIDAD CINEGÉTICA EN FRONTERA
Pese a ser una actividad al aire libre, las condiciones de la actual pandemia impactaron negativamente en el turismo cinegético fronterizo.
Actualmente, unos mil cazadores se han sumado a la temporada de caza de venado en la frontera de Tamaulipas, donde se espera una derrama económica de 10 millones de dólares, 20% menos que el año pasado.
Según los registros del año 2019, para esta fecha se encontraban en actividad poco más de mil 300 cazadores, y en este año aún por la condición de pandemia son mil.
“Vamos bien, de acuerdo con lo esperado por la situación delicada que se vive en el país con la pandemia, por lo que estamos 25 a 30% abajo en el número de cazadores que llegaron a la región en comparación con el año pasado”, declaró el coordinador de turismo cinegético en Nuevo Laredo, César Johnson Villarreal.
En esta temporada solo participaron 550 de los 800 ranchos que usualmente reciben a los grupos de cazadores.
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