“No se lo deseo a nadie, de verdad. A mí me tocó esta vez la de perder”. El pasado 6 de enero le cambió la vida a Juan Carlos Guzmán Balderas. El espigado jugador de futbol amateur conocido como el “Motas”, por su semejanza con la imagen de una conocida marca de chicle, había jugado la mañana de ese domingo un partido de futbol en los campos del Siete y Medio y más tarde fue asaltado de forma artera en un automóvil de servicio público, golpeado en la cabeza y un brazo.
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Las lesiones fueron de tal consideración que estuvo en estado grave y con pronóstico reservado durante casi dos meses, pero con la ayuda de su familia, amigos y comunidad futbolera del Siete y Medio ha logrado salir adelante, tras ser sometido a una delicada intervención quirúrgica e iniciar a una rehabilitación que le permite soñar, en un futuro, retornar a la práctica del deporte que le ha apasionado desde jovencito.
Juan Carlos es conocido no solo en el Siete y Medio, sino en otros escenarios donde se juega el futbol amateur, por su buen desempeño.
A sus 44 años continuaba siendo un referente de varios equipos, uno de ellos Deportivo Gabana, de la Liga Premier de Futbol de Veteranos, escuadra con la que precisamente jugó hasta el momento, su último encuentro en ese fatal domingo. Porque aseguraba que regresaría a las canchas.
“Poco a poco me estoy reponiendo de lo que me pasó. Venía de jugar del Siete y Medio y me asaltaron, me golpearon en la parte izquierda de la cabeza y el brazo izquierdo, estuve inhabilitado, pero incluso estando hospitalizado me di cuenta de lo que estaban haciendo mis amigos, con despensas y con loterías, vendiendo playeras y otras cosas, pero aquí estoy, gracias a Dios y creo que soy afortunado”, señaló.
“Ahora estoy haciendo terapia del brazo izquierdo, además, tengo que someterme a una segunda operación de la cabeza, pero debido a la pandemia no se ha podido hacer nada. Gracias a Dios no he tenido secuelas, poco a poco me voy reponiendo de la cabeza y sí, me acuerdo de todo lo que he vivido”, destaca Juan Carlos.
Asegura que luego de saber todo lo que se hizo en su favor, no le queda más que "dar las gracias, de todo corazón, no me esperaba lo que hizo toda la gente, también recibí apoyo de las autoridades municipales de Tampico y Madero, del gobierno del estado, de Deportes y mis amigos como el “Bolis” González, Pizarro que donaron sus playeras y otras gentes que también aportaron para ayudarme, la verdad es que les agradezco de todo corazón”.
EL DEPORTE LO SALVÓ
El médico se lo dijo. El hecho de ser deportista le ayudó para salir adelante. “Gracias a Dios el haberme dedicado a jugar futbol me ayudó estando en la operación, eso es lo que dijo el doctor que me atendió, también eso me había ayudado porque si no, no estuviera aquí”.
De hecho, Juan Carlos necesita una nueva intervención quirúrgica, por lo que nuevamente necesitará del apoyo de la familia del futbol del sur de Tamaulipas y de las autoridades que, como bien él mismo indica, le respondieron a la hora buena, ante las trágicas circunstancias por las que atravesó.
ESPERA REGRESAR
Es complicado, es cierto, pero mientras la esperanza subsista, asegura que desea regresar a los campos. “Sí. El futbol es mi pasión y esperamos seguir jugando, pero vamos a ver qué procede pues con esta pandemia, no puedo ir al hospital para saber si puedo o no puedo jugar, primero hay que ver la evolución de cómo sigo, me gustaría volver a jugar, claro.
“Ya perdí la cuenta de los equipos en los que jugaba; cuando estaba más chavo eran bastantes; ahorita más o menos ahí la llevamos. El futbol ha significado mucho para mí, me hubiera gustado acudir a los mundiales y ver equipos buenos, pero nada más los veo por televisión”.
Sabe lo que le sucedió, pero agradecido con Dios, pide a la familia futbolera cuidarse en estos tiempos no solo por la pandemia del Covid-19, sino también ante la violencia que nos rodea.
“No se lo deseo a nadie, de verdad. A mí me tocó esta vez la de perder”.
A CUIDARSE
Estuvo en estado grave y con pronóstico reservado durante casi dos meses, las lesiones fueron de tal consideración.