Miguel “Micky” Oropeza Domínguez nació en Tampico y creció en Ciudad Madero. Desde pequeño tomó partida por el deporte, pero fue a la edad de 10 años que inició con el futbol en la colonia Siete y Medio. Con el paso de los años se caracterizó por su sencillez y humildad, además del talento para jugar el pambol.
Un día el pelotero Marcos Martínez, amigo de "Micky", le dijo que si no quería ir a probar a las reservas del Tampico. “El corazón se me salía cuando me preguntó eso, le contesté que sí, al día siguiente fuimos al Estadio Tampico y fue hasta que llegó Bella Kalloi que me toma en cuenta, firmé contrato, pero el equipo ya estaba en la segunda división”, aseveró don Miguel Oropeza para EL SOL DE TAMPICO.
Al maderense de corazón al momento de debutar lo ponen como defensor, siendo la primera ocasión en que jugaría dicha posición, ya que en toda su vida futbolística hasta ese momento había sido delantero.
“Había una señora que le gustaba mucho el futbol y dijo que en Miguel Oropeza había un crack (risas), dije: ya tan pronto”, exclamó.
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JUGADOR CLAVE DE AQUEL PARTIDO
Miguel Oropeza fue pieza clave para que el Tampico retornara a la primera división profesional y es que en el último partido de esa temporada 59-60, el lateral por izquierda tomó la pelota, se enfiló a medio terreno de juego y metió la de gajos al área, pero para sorpresa de propios y extraños, siendo él el más sorprendido, el esférico techó al arquero universitario para posteriormente romper el cero en el marcador.
Al final los celestes ganarían 3 a 1, siendo Antonio Pérsico quien anotaría un doblete para sentenciar el ascenso.
“Nosotros ese partido lo jugamos a las cuatro de la tarde, pero en el primero que fue a las 14:00 horas jugó el Santos de Brasil con Pelé ante el UDA Dukla de Praga de Checoslovaquia, lo recuerdo muy bien, puesto que ya en los túneles para salir a la cancha, el mejor futbolista de la historia, Edson Arantes Do Nascimento (AKA "Pelé"), me saludó con una sonrisa y reflejaba una gran humildad. Es un recuerdo que tengo muy grabado en mi memoria”, comentó el exjugador celeste.
Después de haber logrado ese tan anhelado ascenso regresaron a la zona sur de Tamaulipas y describió que toda la gente estaba esperándolos.
Tras su llegada en avión hicieron el recorrido por toda la Avenida Hidalgo hasta llegar al Palacio Municipal, sin embargo “Micky”, quien había labrado el camino para la victoria, solo fue felicitado por dos personas, su padre y un vecino que amaba a la escuadra celeste.
ENFRENTANDO A LOS GRANDES
Miguel Oropeza siguió su andar en el balompié profesional con el Tampico, en donde tuvo la oportunidad de jugar ante grandes equipos como el campeonísimo Guadalajara, al que afirmó fue un honor enfrentar, también se midió ante el América de Zague y Francisco Moacyr; Pumas, Cruz Azul, el Irapuato de Jaime Belmonte, Zacatepec, Morelia de Carlos “Tanque” Miloc y Toluca de la “Licuadora” Serna, entre otros. “Jugar ante esos grandes del futbol mexicano fue una cosa impresionante, el tener la dicha de marcarlos y no dejar que hicieran su juego contra mí, lo recuerdo bien, siempre traté de brindarme con toda mi alma al equipo, defender los colores a capa y espada, siempre querer ganar y darle alegría a toda la gente que iba a vernos”, dijo el otrora jugador.
Sin embargo, hay una anécdota que recuerda con mucha gracia y es que en aquel entonces Carlos “Tanque” Miloc no era precisamente un jugador delgado, por algo su sobrenombre, y nadie había sido capaz de derribarlo.
“En un juego ante Morelia, Miloc era un roble y me tocó marcarlo, en una jugada por la banda fui yo con todo, lo barrí y le saqué la pelota, el “Tanque” se cayó y yo seguí la acción; yo era delgado, pero fuerte. Sin embargo, fui el único jugador de aquella época que pudo con él”, añadió "Micky" Oropeza.
Posteriormente a ello, en la campaña de 1960-1961, Miguel logró coronarse junto con sus compañeros como Campeones de Copa, doblegando al Toluca apenas por la mínima diferencia, logrando así un título dentro de la máxima categoría del balompié mexicano. Lamentablemente no pudieron conseguir el doblete al caer en el Campeón de Campeones ante el Guadalajara, encuentro celebrado en Ciudad Universitaria.
"Micky" compartió vestidor con Salvador “Médico” Ayala, Enrique Carretero, Ricardo Bonelli, Roberto Rolando, Antonio Pérsico, Sergio “Chato” Mata, Braulio “Baby” Pérez, Javier “Chorejas” Contreras, Guadalupe Díaz, Raúl “Chale” Molina, Joaquín Bernal, Enrique Rivas, “Tallarín” Cabriales, Héctor López, Conrado Pulido y con su entrenador, al cual se dijo muy agradecido por creer en él: Bella Kalloi.
GLORIAS QUE NO SE OLVIDAN
Miguel Oropeza jugó un lustro en lo profesional, pero al no tener continuidad tuvo ofertas del Guadalajara. Sin embargo, la directiva de aquel entonces señaló que el lateral era intransferible. Después de ello no era tomado en cuenta y entrenó con diversos equipos de la primera división, pero nunca pudieron acordar con él debido a que “entre líneas” había sido bloqueado, algo que el mismo "Micky" aseguró. Sin embargo, nunca perdió el gusto por este deporte y lo siguió practicando en el amateur, siendo ejemplo para los niños y jóvenes de aquel entonces.
“Quiero agradecer a la gente que me apoyó en mi carrera, a aquellas personas que me vieron jugar y que dimos alegrías, ojalá que nos sigan recordando, gracias a EL SOL DE TAMPICO por entrevistarme y aquí estaremos a sus órdenes, muchas gracias”, finalizó Miguel Oropeza.
Quiero agradecer a toda esa gente que me apoyó en mi carrera, a todas aquellas personas que me vieron jugar y a los cuales les dimos alegrías, ojalá que nos sigan recordando, gracias a EL SOL DE TAMPICO por venir a entrevistarme y aquí estaremos a sus órdenes, muchas gracias
