Miguel Martínez Hernández es el niño futbolista que atrajo las miradas y el asombro de la afición qué se dio cita la noche del sábado 2 de marzo en el Estadio Tamaulipas.
Con tan solo 16 años es quizá el jugador más joven de la Serie A de la Segunda División del Futbol Mexicano, apenas el 21 de enero del presente año hizo su debut.
Esa noche, su equipo Montañeses FC enfrentó a la Jaiba Brava del Tampico-Madero, que salió inspirada y goleó al equipo originario de Orizaba por 4 goles a uno.
Aun cuando el marcador no fue el esperado, para el joven futbolista significó el tercer partido en la liga en el que su entrenador le da la confianza de jugar y sumar minutos.
Fue en la parte complementaria que la voz oficial del Estadio Tamaulipas anunció su ingreso, y ante el asombro de los asistentes ingresó de cambio al minuto 80.
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Público aplaudió su ingreso en el Estadio Tamaulipas
Su apariencia de niño, su baja estatura de 1.59 metros y 44 kilogramos de peso llamó poderosamente la atención de los asistentes que con asombro y aplausos aprobaron su ingreso, a diferencia de sus compañeros que recibieron abucheos, la presión acostumbrada para intimidar al equipo visitante.
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Actualmente, el jugador, originario de Orizaba Veracruz, combina sus estudios de bachillerato con su profesión y asegura que la meta de jugar futbol profesional ya la cumplió, pero su sueño es debutar y consagrarse en primera división.
"Siempre es difícil cumplir el sueño de jugar fútbol profesional, a mi edad y a cualquiera, lo que más cuesta es en lo mental, pero con trabajo, disciplina y esfuerzo, los sueños se pueden cumplir", dijo en exclusiva para El Sol de Tampico.
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Aunque triste por la derrota de su equipo, "El niño" futbolista se va motivado por sumar minutos de juego y contento de recibir el reconocimiento de los jugadores rivales, el cariño de la afición celeste que con autógrafos y aplausos lo despidieron del Estadio Tamaulipas, también llamado el Coloso de la Unidad Nacional.