Mauricio Luna, la pandemia, una oportunidad para innovar

Mauricio Luna Moreno ha dejado, de momento, la enseñanza del llamado arte marcial polinesio

Héctor Rivera | El Sol de Tampico

  · domingo 26 de julio de 2020

Foto: Héctor Rivera | El Sol de Tampico

No hay de otra. Mauricio Luna Moreno ha dejado, de momento, la enseñanza del llamado arte marcial polinesio, el lima lama, suspendidas las clases en la escuela Imua Nuevo Tampico, que dirige, para dedicarse a otro terreno, la confección de máscaras de lucha libre de gran calidad, aunque con motivo de la pandemia provocada por el llamado "coronavirus" Covid-19, incursionó en la elaboración de cubrebocas con motivos luchísticos.

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"Hemos decidido de momento dejar a un lado las clases de lima lama y enfocarnos en la confección de máscaras aunque mantenemos en óptimas condiciones la escuela pues el objetivo en un futuro próximo es regresar", señala.

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Recuerda que "me inicié en la elaboración de 'tapas' para luchadores a petición de un amigo que me pidió una, pero al principio me negué, aunque posteriormente accedí.

Yo tengo conocimientos de costura gracias a las enseñanas de Trinidad Ortega, quien me aleccionó en todo lo referente a la costura".

Foto: Héctor Rivera | El Sol de Tampico

En un principio fue difícil, asegura. "Cuando me pidieron la primera máscara, empecé a trazar los moldes, y me di cuenta que es algo complicado, era prueba y error, prueba y error, pero finalmente quedó concluida".

Hoy en día se tarda de tres a cuatro horas dependiendo de la dificultad del trabajo.

"Hay que tomar en cuenta muchas cosas, lo que quiere el cliente, las especificaciones, luego hacemos el molde en cartón con las medidas precisas y eso hay que trasladarlo al material que se utiliza, comúnmente licra satinada, o micropunto, y las aplicaciones son de vinil, charol vinil, vinil holográmico, piel vacuna".

Foto: Héctor Rivera | El Sol de Tampico

"A partir de mis primeros trabajos me fueron recomendando y también por redes sociales, tengo muchos clientes, la mayoría de ellos coleccionistas en toda la república, en Estados Unidos, Centroamérica, en varios píses de Europa como España, incluso en alguna ocasión un cliente de la Unión Americana me pagó 300 dólares por una máscara de Tiger Mask, ya que le gustó mucho el trabajo pues cuidamos todos los detalles", añade.