Temporada 79-80 El defensa Carlos Gómez, con un rictus de dolor reflejado en el rostro, voltea a la banca señalando su pierna derecha tironeada. “El Gallo” Jáuregui, timonel celeste, observa su reloj que anuncia que al minuto 37 los de casa ya pierden frente al Monterrey, al tiempo que recuerda los avatares que tuvo para conformar su defensa, teniendo que habilitar a su lateral Román Nájera para acompañar a Gómez en la defensa central.
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Mario Martínez de extracción atlantista, que recientemente había jugado a préstamo con “Los Aztecas” de Los Ángeles, empezó a realizar calentamiento mientras su adrenalina aumentaba, imaginando miles de escenarios, haciendo rememorar las palabras de Paul “Bear” Bryant, coach americano: “No es la voluntad de ganar, sino la voluntad de prepararse para ganar lo que marca la diferencia”. -Apenas había realizado algún movimiento -menciona Martínez- cuando llegó Jáuregui para decirme: “Aquí está la tarjeta, vas a entrar”.
Martínez recuerda sus primeros instantes en el Tamaulipas: Monterrey portaba una magnífica delantera, en una jugada peligrosa, un centro al área ya estaba “El Cora” Isiordia listo de cabeza; entonces saltamos, chocamos cuerpo a cuerpo, saliendo “El Cora” por la fuerza del contacto disparado al suelo, quedando en el pasto buen tiempo. Loya controla el balón, dispara para que Nájera detenga el esférico con la mano para claro penal que Zanatta cobra para poner la visita dos por cero. Minuto 44, la presión local consigue frutos, Garibaldi suelta riflazo que “Goyo” Cortés rechaza para que Revetria acerque a la Jaiba Brava.
Agosto de 1980. Península Ibérica. - El partido entre el Polideportivo Cacereño y Tampico FC ha finalizado empatado, obligando a serie de penales para decidir quién se adjudica el trofeo “Ciudad de Cáceres”. A finales de julio llegó una invitación para realizar una gira por España -relata Martínez- Dagoberto Moll, entrenador del Tampico, me brindó la oportunidad de asistir. La excursión duró 22 días, competíamos cada dos o tres días, en partidos donde ganamos o perdimos por marcadores cerrados. Primeramente enfrentamos al Deportivo Badajoz con quien empatamos, para después vencerlos en penales, pasando a la final para afrontar al equipo anfitrión, el Cacereño.
Del ambiente que se vivía en las tribunas, Martínez señala: -El público español es apasionado, pero su racismo es marcado, la prueba la tenemos con Hugo Sánchez, que no lo bajaban de indio; gracias a Dios superó todo y fue ídolo. También para nosotros fue difícil porque eran insultos fuertes, que jamás dejamos que influyera su gritería. Jugamos contra el Valencia, Real Valladolid, Salamanca, Burgos que en ese momento estaban a la punta de la segunda división. Ahora algunos de ellos siguen siendo líderes y juegan en la primera división. En el estadio “Príncipe Felipe”, ha concluido la emocionante tanda de penales resultando para la Jaiba Brava el trofeo español, Martínez recuerda- A lo largo del partido el Cacereño fue aguerrido, ejercía un futbol agresivo. Cuando obtuvimos la victoria el público que se había comportado belicoso aplaudió la consecución del trofeo, reconociendo nuestro esfuerzo”.
Temporada 82-83, Segunda División. Mario Martínez, ya con recorrido en el futbol profesional juega para el equipo de Paulino Lomas, la Jaiba Brava que se encuentra viviendo en la división menor. Martínez se apresta para ejercer la falta más emocionante que existe en el futbol: la que se ejecuta desde los once pasos, intentando realizar la máxima del entrenador John Gregory: “Los delanteros ganan partidos, los defensas ganan campeonatos”. -Hicimos magnífica campaña, sobre todo que el 90% de la plantilla era de la zona. Quedamos cerca de la liguilla, siendo doloroso porque poseíamos la ilusión de ascender, aunque era prematuro porque el equipo estaba demasiado joven. Al siguiente torneo Lomas decidió vender el quipo y desapareció la auténtica Jaiba Brava. El silbato suena en el Tamaulipas, Mario Martínez se encarrila para vencer con toque de balón educado al guardameta Augusto Cruz, decretando la segunda anotación del partido. Al final Tampico vencería 3 por 0 al equipo de Córdoba. Martínez señala la responsabilidad que significa los tiros de penal: -Fui el encargado ese torneo, y no fallé ninguno, los seis que cobré los anoté. Tirarlos no es fácil porque hasta los jugadores superdotados fallan, no sólo importa contar con técnica, lo fundamental es la confianza, porque en los fatídicos cinco pasos de donde estás parado para golpear el balón tienes la idea dónde tirarlo y al hacer el recorrido para cobrarlo cambias la idea ejecutándolo donde sea; en ese momento brindas posibilidad al portero que detenga el penal.
El entrenador Bill Shankly externaba: “Mucho del éxito en el futbol está en la mente. Usted tiene que creerse que es el mejor y después cerciorarse de que lo es”. Sobre el oficio de convertirse en defensa Martínez explica: -Me tocó marcar en el estadio Azteca a Miguel Ángel Gamboa del América, zurdo buenísimo que no le dejé hacer gran cosa, y cuando sabes que no te superó, generas confianza para enfrentar a cualquier delantero; claro, debemos estar preparados física y mentalmente durante el partido, dependiendo del delantero que necesites marcar, si es rápido lo indicado ha sido siempre que te le pegues, que no dejes que voltee, que no te enfrente, mientras apliques esos conceptos vas a salir adelante.
Minuto 90. Tampico FC se ha volcado todo el segundo tiempo en el territorio del Monterrey, tratando de igualar el marcador, dejando solo a Martínez, quien detiene a los rapidísimos regios Totonho y Rubén Romeo Corbo. Bernal envía balón al área que Lira controla con el pecho para disparar cruzado y por fin decretar el angustiante empate. A la mañana siguiente El Sol de Tampico escribiría: “Por los locales lo más destacado fue el debut de Mario Martínez en la defensa central, desde el minuto 39, por lesión de Gómez”. Martínez resultó una grata sorpresa para los aficionados, quienes se preguntan por qué no se le utilizó antes, y es que no había tenido oportunidad, pero ahora la aprovechó de gran forma. Independientemente que los centrales estén lesionados o castigados Mario se ganó a ley la repetición.
El sábado siguiente el Tampico FC viajaría a la capital para enfrentar al Cruz Azul, decidiendo Jáuregui mantener a Martínez, quien realizó buena labor. La Máquina y la Jaiba empatarían a uno. Mario Martínez hace una última reflexión: ”Gran parte de lo que soy se lo debo al futbol. El público te conoce y reconoce aún ahora después de tantas décadas. El futbol me ha dejado su marca para bien, todos los días.
