Platicar con Mariano Varela Delgado se puede convertir en una charla de varias horas, por la gran cantidad de recuerdos y anécdotas que se vienen a la mente de quien en sus tiempos de jugador profesional con el Madero o con la Jaiba Brava del Tampico, fuera un habilidoso atacante goleador, que tras la culminación de su trayectoria en las canchas, decidiera probar fortuna de manera acertada en los micrófonos para convertirse en el cronista que se mantiene vigente y con el deseo de seguir transmitiendo esa pasión por el deporte a los aficionados, a través de la narración vía la radio.
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“Me gusta mucho narrar en tres disciplinas, porque las practiqué: el box, el basquetbol y por supuesto, el futbol; son deportes que me apasionan, pero no te creas que fue fácil para mí convertirme en cronista deportivo en la radio, para ello me tuve que preparar, y mucho, escuchando a las grandes voces del deporte, leyendo a los reporteros de la época, de todos ellos aprendí para cultivar mi estilo propio”, cuenta Mariano, quien a lo largo de más de cuatro décadas ha laborado tanto en el medio radiofónico como en la prensa escrita, y ha sido columnista invitado en El Sol de Tampico.
Mariano Varela nos recibe en su domicilio en la colonia Moctezuma de Tampico, cerca de donde antes estuvo instalada la plaza de toros Gaona. Se recupera de manera satisfactoria del mismo mal que aquejó recientemente a Benjamín Galindo, y tanto él como sus doctores atribuyen su recuperación a que siempre se dedicó al deporte e incluso, todavía hace unos cinco años participaba en la Liga de Futbol de Veteranos del ITCM.
“Me da gusto que Benjamín Galindo se esté recuperando satisfactoriamente, él es compadre de mi hijo Mariano”. Mariano Varela Garza, siguiendo los pasos de su padre, tuvo una destacada trayectoria profesional, que le ha permitido jugar, entre otros equipos, con la Jaiba Brava del Tampico-Madero, Tigres y Chivas Rayadas del Guadalajara, escuadra de la que incluso posteriormente se convirtió en directivo; su hermano Roberto ha sido también un destacado jugador y ahora dedicado en cuerpo y alma a la formación de las futuras estrellas del balompié local. “Pero no creas que por eso yo le voy a Chivas. No, mi equipo siempre ha sido el Tampico”.
Mariano tiene en su oficina, encima de su escritorio, una foto desgastada por el obvio paso del tiempo, pero recuerda invariablemente a todos los que están retratados en la misma. Y cuenta: “Esta es la Selección de Tamaulipas del año 1961, que se coronó en el Campeonato Nacional, en la cancha del estadio Tampico. Al año siguiente la misma selección dirigida por Alberto Cazaubón viajó a Monterrey, y aunque ganamos en la final por una cuestión administrativa nos quitaron el título, pero a mí me permitieron conservar el de goleador que por segundo año conquisté, esa vez con nueve goles”.
De ahí, vino el llamado a jugar como profesional: “Un día me hablaron y me preguntaron que si quería jugar en algún equipo de la Ciudad de México, pero decidí quedarme aquí, pues yo tengo puras hermanas y había que aportar a la casa”.
Fue así que llegó al Madero, equipo que en ese entonces militaba en la Segunda División y que en la temporada 64-65 alcanzaría un hito histórico al coronarse de forma invicta, un equipo plagado de excelentes jugadores. “Había excelentes jugadores en ese equipo”, pero Mariano tuvo participación jugando varios partidos, en diferentes posiciones de ataque.
Sin embargo, asegura que su mejor momento fue cuando pasó a jugar con el Tampico. “Ahí sí exploté”, asegura. “Tengo buenos recuerdos de mi paso por el Tampico porque finalmente era el equipo en el que deseaba jugar”, asegura quien también se convirtió en preseleccionado nacional.
Luego de la temporada 74-75, decide retirarse del futbol, pero recuerda que luego de una entrevista que le hicieron lo invitan a participar en la narración de los partidos de la Jaiba Brava. “Por supuesto que acepté, pero entonces comencé a prepararme, a escuchar los juegos que se transmitían por radio y televisión, leía las crónicas, me empapé de todo”.
En un principio, Mariano hacía los comentarios a nivel de cancha, pero con su experiencia, pronto comenzó a narrar los juegos desde el palco de transmisiones, cultivando su propio estilo, mismo que le ha permitido no solamente comentar encuentros de futbol de los diferentes equipos que han jugado en el Tamaulipas, también de Estudiantes de Altamira y en el basquetbol, Correcaminos y Huracanes.
Sin duda una figura representativa del deporte en el sur de Tamaulipas, Mariano Varela Delgado sigue recuperándose y le anima esa, su relación tan estrecha con el deporte, el orgullo que para él representan sus hijos y el cariño y afecto de sus muchos amigos.