Lalo Moses, viajero de las canchas

Fortaleza de la Jaiba, el futbol es un aprendizaje, es escuela para la vida, Lalo Moses hizo de las canchas su existir. Su indiscutible técnica marcaba diferencia

Manuel Chirinos | El Sol de Tampico

  · sábado 20 de junio de 2020

Cortesía | Víctor Hugo Alvarado Morales y Eduardo Moses

Miles de aficionados en las graderías del Tamaulipas, vitoreaban al Tampico en su lucha contra el Atlante, en un partido que se encontraba empatado a un tanto, el domingo 19 de noviembre de 1978. El primer gol lo había efectuado el “hijo prodigo” de Tampico, Eduardo Moses, quien después de jugar tres temporadas con el Monterrey regresaba al llamado de José Antonio Roca para fortificar la delantera jaiba.

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"Roca fue un gran maestro porque arribé al Tampico recién cumplidos los 20 años. Me ayudó a ganar confianza, concientizar lo que significaba la carrera de futbolista. Trabajar bajo sus órdenes, significó mi despegue en el fútbol profesional", recuerda Moses.

En el terreno de juego Sergio Lira conducía la pelota en dirección al área enemiga, cuando fue parado con una zancadilla por un defensa atlantista. El árbitro marcó la falta, el portero Armando Franco colocó 5 hombres en la barrera. Bertocchi y Moses se acercaron al esférico, siendo “El Tano” quien lanzó un disparo que logró brincar la muralla, clavando la pelota en la portería.

En cuanto a las enseñanzas que le brindaba su timonel, menciona: "Cuando me aconsejaba en forma personal decía Roca: 'Fui lateral izquierdo durante 20 años y las jugadas que más afecta al lateral izquierdo, por parte de un extremo derecho son estas', entonces me mostraba las jugadas que hacían daño, consejos que utilicé a lo largo de mi carrera".

El árbitro hacía señas con las manos, que la anotación no contaba, excusando que la ocarina no había sonado, valiéndose el jugador del madruguete. Sin importar los gritos de ratero que se percibían en las tribunas, el colegiado ordenó repetir la acción.

Bertocchi y Moses se presentaron nuevamente ante el balón, el público quedó en silencio respetando la concentración de sus ídolos.

El nazareno pitó, “El Tano” empezó el recorrido; al mismo tiempo, Moses adelantándose a su compañero, pegándole al balón, para poner el 2 a 1. David Beckham menciona: “El fútbol es un juego mágico”, porque nunca permite que perdamos el asombro por los jugadores que en momentos adversos producen magia de sus botines.

"Bertocchi era el tirador oficial- señalaba Moses. Sin decirle nada decido adelantarme, tirando de chanfle, incrustando la pelota en el arco. Dos veces hicimos la misma jugada, las dos veces se anotaron. Terminamos derrotando al Atlante 3 a 2. Ese partido significó que los dueños del Atlante, que vinieron a observar el encuentro, me hablaran a media semana para decirme que acabando el campeonato me fuera con ellos".

Acerca del torneo 1978-79, donde Tampico se quedó a la orilla de la calificación, Moses señala: "Roca conformó un equipo atractivo, de delanteros jóvenes, Marón por la izquierda, Lira de eje de ataque, un servidor por la izquierda, los tres corríamos por toda la cancha, acompañados por Bertocchi de medio ofensivo. Aunque lo más sobresaliente fue la comunión con la gente, salíamos satisfechos de prodigar todo y el público respondía porque les gustaba nuestra entrega".

Cortesía | Víctor Hugo Alvarado Morales

1986-87

Sobre la cancha del Tamaulipas, la Jaiba Brava de Carlos Reinoso estaba venciendo al América por 2 goles a 1. Sergio Lira, aprovechando un yerro visitante, envió el esférico al área, a la entrada de Moses que remata de cabeza, para imponerse al cancerbero Héctor Miguel Zelada. Definiendo el marcador: 3 a 1, “Lalo” Moses retornaba a la ciudad, después de 6 torneos jugando a buen nivel con el Atlante.

"Me gustó la propuesta de Reinoso -afirmaba Moses- exigía que jugaras al tope. Vivir para el futbol, volviendo a retomar los inicios de tu carrera, situación que igualmente decía Roca: valorar la profesión de futbolista”.

Moses también citaba otro factor importante: -Pocos técnicos en el futbol mexicano motivan y exigen jugar al límite. Reinoso, cuando no poseías la pelota, requería hacer un pressing, esa intensidad pocas veces la había practicado. A pesar de que ya llevaba años en el futbol, fue tiempo de aprendizaje, que me sirvió en mis años que me faltaban para retirarme.

Moses comenzó a jugar en 1975, en Los Correcaminos de Tampico. Finalizando su trayectoria en 1991 con Los Tiburones de Veracruz. Jugando en tierras lejanas, añorado su querido Tampico.

"La máxima aspiración en ese período para un futbolista era jugar en los equipos de la capital, porque conocías de su proyección, su búsqueda por el título, un mejor salario. Si querías trascender, tenías que viajar; dejando familia emigré al Atlante, donde realicé casi toda mi carrera".

Walter Scott expresaba: “La vida no es sino un partido de futbol”, porque en este deporte existen triunfos y derrotas.

"El fútbol es un aprendizaje -afirma Moses - es escuela para la vida. El futbol enseña a trabajar en equipo, enseña a tener metas, actitud ganadora. Actualmente soy asesor de seguros y aplico estos conceptos. Al futbol debemos valorarlo, porque es como un cuento de hadas, ganas buen dinero y si lo miras bien, ocupas solo 3 horas al día, y cuando dejas el deporte tienes que trabajar 10 o 12 horas diarias. Entonces, descubres que convertirse en futbolista es maravilloso".

Cortesía | Gilberto Rivas Alvarado