“La lucha libre ya la traes en la sangre”, asegura Arsenal, quien desde muy pequeño ha sido aficionado al llamado “arte del pancracio” y esa pasión lo llevó a incursionar en el rudo deporte, del que actualmente se encuentra retirado de forma activa debido a una lesión, pero ha continuado como promotor al frente de la empresa KBW.
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A lo largo de su trayectoria ha acumulado triunfos y uno que otro revés, sin embargo, el orgullo de haberse presentado en las mejores arenas del país al lado de destacadas figuras de la lucha libre, pero sobre todo el reconocimiento de los aficionados, le ha dejado una gran satisfacción.
SUS INICIOS
“Yo inicié mis entrenamientos cuando tenía la edad de 15 años”, recuerda; mi madre era compañera de trabajo de la esposa de José Luis Gasca Raso, mejor conocido como El Asesino Negro; ella siempre me apoyó y me respaldó en lo que yo llamo mis locuras y que no era otra cosa que mi gusto por la lucha libre. En un festejo me presentaron al profesor y, ya sabes, preguntas, preguntas y más preguntas.
“Posterior a eso él me invitó a las instalaciones del Benito Juárez a entrenar. Me presentó y todavía recuerdo sus palabras: Después de este primer entrenamiento te voy a decir si sirves o no para esto, porque no voy a perder mi tiempo entrenando a alguien que no tiene el don. Terminamos en aquel entonces el entrenamiento y me dijo que me presentara a los entrenamientos y así fue como empecé de la mano de él”.
Cuenta que “no todos en mi familia estaban muy de acuerdo, cuando se enteró mi papá cayó por sorpresa en las instalaciones del Benito Juárez y me retiró de los entrenamientos. Ya no fue sino hasta la mayoría de edad cuando pasando yo por las instalaciones del Américo Villarreal Guerra, escuché gritos, golpes, y al asomarme vi que había un entrenamiento de lucha libre”.
EL DEBUT
“Yo llegué a pisar un cuadrilátero por primera vez en noviembre del 2008 y fue así como me convertí en luchador, porque siempre me ha gustado este deporte. La verdad, amo la lucha libre desde que estaba en pañales y pues considero yo que siempre se me ha facilitado practicarla”.
¿En dónde te has presentado?
“He ido a luchar fuera, incluso he llevado compañeros a luchar fuera, hemos luchado en varias partes de la república y uno de los momentos más agradables que tengo en mi vida es cuando me solicitaron para luchar en la López Mateos, una arena en donde la porra es ruda y quienes conocen el ambiente luchístico saben que es bien exigente. Después de terminar mi labor, mi trabajo, en un lugar en donde nadie me conocía, un lugar en donde no tenía familia, un lugar en el que es la primera vez que iba a probar suerte, al terminar la lucha estuve por más de media hora dando autógrafos y fotos, la gente me compró mis máscaras y mis playeras y para mí es más satisfactorio que un campeonato o haber ganado una máscara o una cabellera, es el reconocimiento real, es la neta, es lo crudo, es reconocer por parte del público el trabajo que presentaste arriba del cuadrilátero”.
¿Contra quiénes has luchado?
“He luchado contra grandes estrellas a nivel nacional y quiero mencionar entre ellas a una que para mí es muy importante y con quien subí al cuadrilátero en tres ocasiones, La Parka; también he compartido cuadrilátero y he luchado contra Doctor Wagner, lo he hecho contra los Psycho Clowns en tres ocasiones, contra Pimpinela, he subido al cuadrilátero con El Zorro, El Hijo de Cien Caras, también me he enfrentado hasta La Cueva de los Independientes, cuando vinieron El Trauma, Doctor Cerebro, Oficial 911, también he pisado cuadrilátero con El Mesías. La verdad, bendito Dios, la lucha libre ha sido muy buena conmigo y me ha dado la oportunidad de compartir cuadrilátero con todos ellos, Joe Líder, Electroshock, un sinfín de gladiadores de calidad de talla nacional”.
¿Algún ídolo?
“Ídolo de mi infancia como luchador siempre admiré al profe Canek, aquel que siempre con un físico impresionante retaba a los extranjeros que venían a humillar a los mexicanos y siempre sacando la casta, dejaba el nombre de México muy en alto”.
PIERDE LA MÁSCARA Y SE LESIONA
Recuerda que “perdí mi máscara, no recuerdo en qué año pero creo que fue en 2012, en una lucha muy difícil ante Sádico. Ese día prácticamente me retiré de la lucha libre, tuve una lesión muy fuerte en mi rodilla que, la verdad, hasta la fecha me sigue impidiendo regresar al cien por ciento”.
SE CONVIERTE EN EMPRESARIO
“Es por ello que me he dedicado más a la promoción de la lucha libre en la zona, hasta el grado que KBW ha despuntado como una de las mejores empresas no solamente en el estado sino a nivel nacional con grandes éxitos y resultados. Te puedo decir que se ha disputado el mejor campeonato de Triple A fuera de televisión, y te puedo decir que me ha tocado la presentación por primera vez de las Fresas Salvajes, el concepto de Máximo, Pimpinela Escarlata y Mamba, la primera vez que se presentaron fue aquí en Ciudad Madero”, afirma.
Recuerda con nostalgia que “además, el último encuentro que tuvo La Parka contra LA Park fue gracias a la promotora KBW; desgraciadamente falleció posteriormente en el evento de allá de Monterrey pero el último evento en donde La Parka enfrentó a su contrincante en lo que ha sido el pique más grande contemporáneo de la lucha libre a nivel nacional se vio en el Centro de Convenciones de Ciudad Madero y fue de la mano de KBW. La verdad, también tanto como luchador como promotor me ha dado mucha satisfacción el mundo de la lucha libre”.