Tarde de domingo. Tampico-Madero busca vencer al “Rebaño Sagrado” para arribar al tercer lugar de la tabla general y alargar su racha de invicto en casa. Apoyados por su fanaticada, intentan horadar desde temprana hora la meta encomendada al portero Chiva, “El Zully” Ledesma.
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Agregado al ataque Román Nájera cobra falta por el lateral izquierdo, enviando centro a buena altura. Un jugador jaibo salta quedando por segundos -que saben a gloria- suspendido en el aire para que con un magistral movimiento de testa anide el esférico en el fondo de las redes. Al momento se escucha el estruendo de los cohetones y cerca de 20 mil aficionados gritan al unísono la anotación mientras que el sonido local anuncia: “Gol anotado por Juan Manuel 'El Abuelo' Azuara”.
Azuara fue invitado por el primer técnico que tuvo la franquicia del Tampico-Madero, el uruguayo Roberto Matosas, quien lo trajo como centro delantero para la temporada 82-83. - Formamos un buen vestidor- señala Azuara - Matosas era un magnífico entrenador y formó un medio campo pensante: Garibaldi, Galindo y un Gustavo León que ponía todo. Estaba Zavala que significaba fuerza, “Panchillo” Fernández, brillante, Corbo que no le quitabas la pelota, la agarraba y llegaba a la portería enemiga con alma vida y corazón como decía Antonio Nelli. Tuvimos excelente primera vuelta, aunque quizás le quedamos a deber a Roberto, ya que al comenzar la segunda parte nos vinimos abajo.
Sobre esas tardes en el Tamaulipas defendiendo la casaca azul celeste, Azuara rememora: - Me tocó la temporada donde bajaba al campo el popular "Mosco" para arengar a la afición con porras para el Tampico-Madero, porras que escuchábamos desde los vestidores. Al "Mosco" lo seguía desde pequeño cuando asistía a mirar los partidos del Cd. Madero con "El Tacuarín" Ceballos, "Memo" Flores, "El Gato" Gutiérrez, "El Maracas" Banda. Por eso, salir al Tamaulipas, observar las gradas repletas vitoreándote, apoyándote, significaba una emoción indescriptible, que ya salir a jugar futbol es maravilloso, pero salir al terreno de juego, tocar la pelota, apreciar el calor de la fanaticada es una sensación inenarrable.
El considerado Rey del futbol Edson Arantes Do Nascimento “Pelé” mencionó alguna vez: “Cuanto más difícil es la victoria, mayor es la felicidad de ganar”. Tampico-Madero batalló, sufrió y al final terminó venciendo al Guadalajara 1 a 0, con gol anotado por el conocido “Abuelo” Azuara, sobrenombre que le impusieron sus hermanas mayores que, sin saberlo, lo bautizaron futbolísticamente por su gran parecido a su abuelo materno llamándole “Abuelito”, desde la infancia. En cuanto a su condición para el gol, Azuara afirma: - Cuando anotaba sentía que estaba siendo útil, sabía que mis compañeros esperaban que concretara goles, por eso me esforzaba en buscarlos. Ese partido que ganamos con un gol mío fue maravilloso, ya que si el equipo ganaba 4 a 0 pero no metía gol no salía feliz, y si salíamos empatados, pero anotaba salía eufórico, el gol me representaba; me identifico con el gol.
Para el campeón con Tigres en la temporada 81-82 “El Abuelo” Azuara evoca a su entrenador en el once jaibo: - Matosas, un tipo reflexivo, gustaba de las reuniones donde conversábamos del partido: ¿Qué viste? ¿Qué debes hacer? ¿Dónde comienza la marca? ¿Dónde inicia la defensa? Recuerdo todavía algunos de sus conceptos futbolísticos que incluso, ahora se siguen cumpliendo, decía "El delantero debe ser el primer defensa; sí la delantera aprieta bien, el rival la traslada con dificultad y la expone más". Esto es cierto, si ahora logras hacer un pressing correcto arriba, la pelota viene dividida, teniendo amplias posibilidades de recuperarla.
El técnico norteamericano Kyle Rote, Jr expresa: “Si estás atacando, no te cansas tanto como cuando estás persiguiendo”, y Azuara reflexiona sobre ser un buen atacante:- Ahora dicen que el centro delantero abre espacios. No creo eso, siento que el delantero tiene que escribir su nombre en los marcadores. El delantero tiene que meter goles para que inquiete a los porteros, defensas, entrenadores. Yo sabía cómo moverme, el que cede el balón no es el que tiene la pelota, el que marca el pase es el que corre hacia la portería. En el futbol no siempre tienes que correr, en ocasiones existen instantes que es más importante pararte; un ejemplo, Robert Lewandowski va corriendo y después se para, y se siguen los defensas y queda solo, ya sería evidente si no le das la pelota. Eso es ser un buen centro delantero, y a mí todavía la gente me recuerda, por mi cuota goleadora.
Por último, Azuara explica la característica importante para convertirse en un buen delantero: - En el Tamaulipas metía la pelota en una llanta, la ponía en un rincón de la portería y Matosas solicitaba que en movimiento tiráramos. "Métela en medio de la llanta", decía Matosas y ahí la metía. El balompié es práctica y corrección porque puedes practicar el golpeo de la pelota todos los días, pero si lo haces mal, no sirve, tienes que practicar y si lo estás haciendo incorrecto, corregir y hacerlo bien. Dentro del futbol me consideré un tipo pensante, me dediqué a meter goles; pensaba: "ahí viene el balón, me va llegar de esta forma, de la otra, y me caían las pelotitas". Anoté bastantes goles. En la cancha el que piensa saca siempre más ventaja, toda la vida. Dentro del juego los defensas actúan, en su área se dedican a romper, por reacción cuando no hay nadie cerca y pueden salir jugando. Agradezco a Dios haberme permitido convertirme en futbolista.