La concurrencia que observa el juego de la jornada 27 se encuentra adormecida por el fútbol especulativo que despliegan “Los jaibos” sobre la grama del estadio “Jalisco”, buscando apaciguar los avances del club Universidad de Guadalajara. No cabe duda que Tampico Fútbol Club ha apostado al contragolpe, dejando en punta a “Ricky” Mendoza, manteniendo en Jair y en Bertocchi el control de la pelota en el mediocampo.
A principios de febrero del 78, después de una breve gira por Sudamérica consiguiendo jugadores para reforzar la segunda vuelta que había comenzado, el técnico Gustavo “Halcón” Peña regresaría al puerto acompañado de Francisco Bertocchi quien sería contratado para las huestes jaibas, además de informar que interesaba el jugador del Rosario Central, Jair de Jesús Pereira, adquisición que sería confirmada por “El Sol de Tampico” en su sección deportiva del 11 de febrero.
La vuelta oficial al fútbol mexicano de Pereira quedaría registrada el 15 de febrero de 1978, enfrentando a sus excompañeros de la U. de G, pues Jair había pertenecido (1974-77) a la afamada cuarteta de “Leones negros”, conformado por Nené, Roberto Da Silva, y Eusebio. - Cuando llegamos a Tampico ya teníamos un recorrido por el fútbol - recuerda Bertocchi- y Jair de Jesús no defraudó, vino a aportar talento que ayudó a que el grupo, que peleaba por salvar la campaña, calificara.
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El torneo del 77-78
El torneo 77-78 había comenzado desastroso para “Los jaibos”, siendo despedido su entrenador Horacio Troche, llegando para la jornada 9, Gustavo Peña, con solo meses de retirarse de jugador, y a quien tocó contratar a jugadores como Enrique Esquivel, Carlos Núñez, Torres Salinas, y para cerrar Bertocchi y Jair, jugadores que vinieron a engranar perfectamente en el sistema de fuerza y garra del “Halcón”, logrando la calificación en el último partido de la campaña venciendo al Guadalajara.
Sobre Jair - comenta el defensa Carlos Núñez – podía jugar por los extremos porque era ligero, nada corpulento, incluso cuando sentía que la marca estaba intensa, se retraía para jugar de 9 mentiroso (posición atrás del centro delantero y adelante del medio de contención). De esas cualidades Bertocchi refiere sobre Jair -: Podía aparecer en el campo volanteando; era rápido, inteligente de buena pegada, cabeceaba acertadamente, sobresaliente de media cancha para arriba, importante para nosotros.
Comienza la parte complementaria con el marcador empatado. “Los tapatíos mantienen la pelota en su poder, aunque Tampico, por medio de Ojeda, “Chocolate” Hernández y Jácome, plantean una férrea media de contención. Derivado de ese insulso juego, Roberto y “Medico” Ríos, cometen el error dejando el balón en Mendoza quien se arranca solo para enfrentar al “Cuate” Calderón, y teniendo todo a su favor, dispara para que el esférico vaya afuera del arco.
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Entra Manuel Guillén para convertirse en un orquestador de Leones, incansable. La U de G tiene la mayor aproximación, cuando Guillén por la "entre ala" derecha suelta un escopetazo que soporta el cancerbero Ledesma rechazando, para que Chavarín, que sigue la jugada, vuelva a contrarrematar para un nuevo rechazo defensivo que cae en los pies de Guillén que vuela el esférico.
Minuto 90. El partido está por concluir cuando existe falta fuera de los linderos de “Los Leones negros”, Bertocchi cobra castigo con tiro bajo y fuerte al centro del área que es rechazado por un zaguero, quedando en los pies de Jair, que remata de frente, venciendo a Calderón, decretando en su debut, victoria jaiba.
La Temporada 78-79
Temporada 78-79, “La Jaiba Brava”, ya con la dirección de José Antonio Roca, comienza una nueva época, implantando un sistema que gustaba al Míster donde sus jugadores perseguían a los delanteros rivales por todo el campo; quizás ese factor determinó que Tampico se convirtiera - sobre todo con sus extranjeros de larga trayectoria - en un hospitalillo donde jugadores como Bertocchi, “Toro” Gómez, Jair de Jesús (quien necesitó operación) pasaron jornadas sin jugar.
En la década de los 70 existía un sistema de competencia que solo permitía registrar cinco jugadores no nacidos en México para alinear a 4; el quinto podía entrar solo por otro jugador de nacionalidad foránea. “Los jaibos” mantenían cubierta la cuota con Anhiello y Sergio Silva, situación que se complicaría cuando Roca adquirió los servicios de dos argentinos que costaron una fortuna: Ángel Jorge Mamberto (contratado el 26 de diciembre 78), siendo baja Sergio Silva a quien encomendaron atender las fuerzas básicas. La siguiente mengua sería una verdadera telenovela pues se barajó que Bertocchi o Gómez podrían dejar el plantel, incluso Jair Pereira.
El suspenso concluiría el 28 de febrero del 79 cuando la Federación Mexicana de Fútbol cerraría registros de contrataciones y bajas, siendo un medio de comunicación quien informaría que desde el 22 de enero Pereira había pasado a ser desafiliado para contratar al rioplatense René Daulte, noticia que tomaría desprevenido al carioca quien declararía al Sol de Tampico: “No me esperaba esto, yo quería terminar mi carrera en Tampico, luchar con el equipo por volver a jugar la liguilla. Ahora creo que regresaré a mi tierra y si me vuelven a llamar con gusto vendré. Nunca olvidaré a esta afición, la más grande que he conocido”.
Cuando asistíamos a comer al “Rincón Gaucho” o al “Diligencias - rememora "El tano” Bertocchi -: Jair manifestaba que sentía el cariño de la gente, quizás más entregada que la de Guadalajara por ser una ciudad más grande; percibía su calor como el de su pueblo natal con la hinchada entregada todo el tiempo. - Galopaba libre por las bandas - apunta Carlos Núñez- haciendo buen intercambio con los atacantes Marón, Sergio Silva, Paniagua y “Ricky” Mendoza; alegre para jugar, amaba el fútbol como todo buen brasileño.
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El 21 de marzo de 1979 Jair Pereira volvería a portar “La celeste” (en ese tiempo cuando se desafiliaba a un jugador seguía entrenando con el Club, quien continuaba pagando toda la temporada) para jugar un partido de exhibición en el “Tamaulipas”, frente a “Los Aztecas” de Los Ángeles, que dirigía Rinus Michels el creador del “Fútbol total”. "Los Jaibos" obtuvieron la victoria 3 a 1, mostrándose Jair driblador, con dominio de cancha e incluso enviando una chilena al poste, actuación que valió para demostrar (como lo fue) que su baja por Daulte fue un grave error de Antonio Roca.
Jair Pereira buscó quedarse a vivir en el puerto, inaugurando su tienda “Deportes Jair”, frente a la Unidad Deportiva de Tampico, la cual cerró tiempo después. El domingo 15 de junio del 80, antes de comenzar un partido Tampico-Atlas, la directiva celeste le obsequiaría su carta para que pudiera enrolarse en algún equipo de su país. Un agradecido y emocionado Jair se enfundaría una playera jaiba para despedirse con una vuelta olímpica, mientras la afición concedía una carretada de aplausos.