Ganador del Premio Estatal del Deporte y mundialista juvenil en Portugal en 1994, además de serio aspirante a acudir a los Olímpicos en Sidney 2000, Isidoro Martínez ha sido uno de los más sobresalientes atletas del sur de Tamaulipas y norte de Veracruz en los últimos tiempos, destacando a nivel nacional e internacional en una época en la que correr significaba competir, buscar el mejor registro para asistir a importantes competencias, pero además, es de resaltar su esfuerzo por combinar el deporte de alto rendimiento con los estudios, lo que le permitió finalmente terminar una carrera en la escuela que le dio todo su respaldo, el Instituto Tecnológico de Ciudad Madero.
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Isidoro Martínez, originario de Pueblo Viejo, Veracruz, el 16 de febrero de 1975, pero desde muy pequeño avecindado en Tampico, estudió la primaria en la escuela Francisco Nicodemo y ahí comenzó a correr. La secundaria la cursó en la 20 de Noviembre de Ciudad Madero, asistiendo al CBTIS 103 donde estudió técnico en electrónica y su carrera profesional la realizó en el Tecnológico de Madero, egresando como Ingeniero en Electrónica.
“Mis hermanos Leonardo y Martín Martínez me llevaron a la Carrera Guadalupana cuando tenía 11 años, estaban en el equipo 'Eléctricos' y así me fui desarrollando”, recuerda el atleta. “Ya en la secundaria supe que había una competencia escolar estatal y se hizo una selección para competir con las demás escuelas y representar a la zona sur, las pruebas eran 600 y mil 200 metros”.
Recuerda que “en 1990 a 1991, el presidente del Club Michoacana, Roberto Andrade, nos invita a participar en McAllen en la Carrera de la Amistad. Participé como juvenil en la categoría 15-18 años y entonces me di cuenta de que tenía nivel y ya competía con otros estados”.
Representé al CBTIS 103 en 1991, 1992 en el Nacional Juvenil en Monterrey, Nuevo León, logré el tercer lugar en 10 mil metros y en Xalapa, en 1993, también en el Nacional Juvenil, alcancé el segundo sitio en el medio maratón.
SU MEJOR AÑO
Sin duda alguna, el mejor año de Isidoro Martínez fue el de 1994, en el que no solo asistió al Mundial Juvenil en Lisboa, también se adjudicó el Premio Estatal del Deporte. “En 1994, el Nacional Juvenil se realizó en CU en la Ciudad de México y ahí alcancé el primer lugar en el Medio Maratón, estaba en mi mejor nivel competitivo. Este resultado me dio la oportunidad de ser seleccionado para competir en los Centroamericanos Juveniles en Trinidad y Tobago ese mismo año, alcanzando el primer sitio en el Medio Maratón con un registro de una hora y nueve minutos”.
“Me dicen al regreso que me quedo quince días concentrado pues tendría la oportunidad de asistir al Mundial Juvenil Junior en Lisboa Portugal en la edición de 1994 y ahí obtuve el cuarto sitio en 20 kilómetros”.
Ese año ganó también el Premio Estatal del Deporte otorgado por el gobierno tamaulipeco.
“Pensé seriamente dedicarme solamente al deporte, pero decidí que terminaría mi carrera, así que de ahí en adelante, asistí a campeonatos nacionales, universidadas y juegos intertecnológicos ya representando al Tecnológico de Ciudad Madero, institución que me dio todo su apoyo”.
De hecho ha sido el poseedor de varias marcas implantadas en este tipo de competencias.
Además de las justas estudiantiles en las que tomaba parte, competía en diferentes carreras atléticas, sobre todo en la ciudad de Monterrey, donde siempre alcanzaba los primeros sitios.
EL SUEÑO OLÍMPICO
Si alguna vez estuvo cerca Isidoro Martínez de acudir a unos Juegos Olímpicos fue para la edición del 2000 en Sydney, Australia.
“Acudí a la Universiada Nacional celebrada en 1999 en Colima, Colima, compitiendo en la prueba de tres mil metros. Mi idea era alcanzar la marca mínima que era de 8:36 minutos, así que me fui a entrenar a la Ciudad de México e incluso me di de baja un semestre siempre con el apoyo de mi familia. En el Nacional celebrado en Xalapa quedé en segundo sitio en la prueba de 3 mil metros, pero incluso el primer sitio no logró la marca”.
UN TÍTULO ES PARA SIEMPRE
Afirma que "es difícil combinar el estudio y el alto rendimiento, pero de que se puede. Yo tuve además todo el apoyo del Tecnológico de Madero, yo me decidí en un momento dado por el estudio y es que un título es para siempre, y en este caso el deporte me ayudó, además considero que me retiré en un buen nivel competitivo".
“El atletismo es una bendición que me ha abierto muchas puertas y me ha dado muchas satisfacciones”, asegura, y evoca a sus hermanos, ya fallecidos, Leonardo y Martín, quienes lo llevaron a la práctica de esta disciplina. “Ellos fueron mis guías”, asegura Isidoro, sin duda un triunfador que bien merece un reconocimiento dados sus triunfos.