Con un lustro de carrera profesional, Héctor Luis Cruz Almazán logró ser reconocido en el mundo del arbitraje, que le permitió incluso estar presente en una final grupal en la tercera división profesional de futbol, dejando a un lado una posible carrera en el balompié como jugador de la Jaiba Brava, aunque afirma que el convertirse en silbante le dejó grandes satisfacciones.
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A Cruz Almazán le llegó la invitación a formar parte del arbitraje profesional cuando entrenaba con el primer equipo de la Jaiba Brava en la Liga Premier de la segunda división de futbol profesional. "Estaba entrenando con la Jaiba Brava de ahí me invitó Carlos Aquino al arbitraje profesional", recuerda.
"Estuve cinco años en el arbitraje profesional y debuté en tercera división como asistente dos, pero a las tres jornadas ya era el asistente uno, fueron siete fechas seguidas desde mi debut y la verdad es que me sentí muy bien", cuenta a El Sol de Tampico. "En aquella ocasión se acabó el torneo regular para después seguir con la liguilla, pero por ser novato no pude participar en las finales de tercera división en esa oportunidad".
"Mis buenas actuaciones y que hacía ruido a nivel del futbol amateur hicieron que mi jefe de zona del arbitraje profesional me volteara a ver por mi buen arbitraje y control de juego", señala Almazán. "Eso hizo que yo debutara empezando el torneo en tercera división como árbitro central en Poza Rica, Veracruz, donde con grandes ansias fui motivado y saqué adelante el juego; quiero comentarte que fue un partidazo entre los dos rivales, sin sacar tarjetas y controlar muy bien el juego donde ganó el local 2-1".
SANCIONÓ UNA FINAL DE GRUPO DE TERCERA DIVISIÓN
"Uno de mis mayores logros fue sancionar una final de grupo de tercera división profesional, entre Atlético Allende y Saltillo Soccer, quedando el marcador final 1-1 y global de tres goles a dos, quedando campeón Saltillo".
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