"Masaaki Sumida me dejó un legado técnico en el karate Do estilo Shoto Kan que me abrió las puertas a nivel internacional y en el plano moral, el ejemplo de su sencillez, disciplina y perfeccionismo", asegura Felipe Augusto Blanno Granados, alumno natural del maestro japonés asentado en nuestra zona, que hace algunos años se nos adelantara en el llamado "viaje sin retorno".
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Blanno Granados, quien actualmente ostenta orgullosamente el cinturón negro y sus Danes, afirma además que soy "el único de sus alumnos a quién el maestro Sumida otorgó de su puño y letra, un grado, el primero para mí".
En su trayectoria dentro de las artes marciales, más adelante conseguiría ratificar el 1o y lograr el 2o. Dan a través de la JKA, Asociación Japones de Karate Do, a través del sensei Fernando Rivera Román, instructor en jefe de la JKA Shotokan España, el 3o. mediante la ASKT (Asociación Shoto Kan Karate Do Tradicional), de España, precisamente en la "tierra del sol naciente".
"Yo quería ser militar", cuenta Felipe Blanno. "Pero en su momento no pude ingresar a la milicia y en 1974, cuando tenía 22 años vi un anuncio en El Sol de Tampico sobre unas clases de Karate Do en el estilo Shoto Kan, impartidas por un profesor japonés".
"En la avenida Hidalgo, atrás de lo que era la tintorería Francesa, tenía su escuela. Llegué y me vio con una mirada que reflejaba tranquilidad; estaba entrenando de forma intensa. Me invitó pero le fije que luego volvería. Y lo hice". Ahí comenzó una relación maestro-alumno que se prolongó hasta el 2012, cuando Masaaki Sumida falleció luego de una larga enfermedad.
"Del maestro Sumida me impresionó sobre todo su humildad, sencillez y disciplina, le gustaba la perfección. El me prodigaba su afecto y por supuesto que en el Dojo me tenía toda la confianza y me dio la oportunidad de dar clases por años a diferentes grupos", recuerda.
En 1979 presentó su examen para cinta negra. "cinco años es el promedio requerido para convertirse en cinta Negra", afirma. Posteriormente, Felipe Blanno decide buscar nuevos horizontes en el Karate Do. "Yo creo que ese legado suficientemente técnico que me dejó el Sensei Sumida tanto en kata como en kumite fue lo que me abrió las puertas a nivel internacional. España me abrió las puertas".
En 2007, Felipe Blanno se integra a la ASKT ahora JKA-Shoto Kan-España, a su vez afiliada a la Asociación Japonesa de Karate. "He viajado doce veces a la península ibérica a exámenes de Dan, y para certificarme como instructor y juez, y pronto presentaré para examinador".
"A Japón he ido tres veces, como parte de la delegación de la Asociación española. En España ratifiqué mi 1o. Dan, y presenté los grados de 2o y 3o en la llamada 'Madre Patria', aunado al primer grado que me otorgó mi maestro", bien ganados por cierto. Menciona que continuará difundiendo el legado de Masaaki Sumida, quién marcó indudablemente un antes y un después en el karate do.