A simple vista, el skateboarding es un deporte en el que un sujeto de desplaza sobre un monopatín, tabla con ruedas o patineta con el fin de realizar trucos elevándose del suelo, deslizándose sobre superficies fuera de lo común, subiendo y bajando de rampas o haciendo piruetas en el aire con el “skateboard”.
Sin embargo, la esencia de este deporte va mucho más allá de simplemente subirse a una patineta. Surgida durante la década de 1950 y sin un creador reconocido como tal, esta disciplina era llamada en un inicio “sidewalk surfing” -surf de acera-, gracias a que era una alternativa para los surfistas de California cuando no había buen oleaje en el mar.
La innovación de esta actividad con la creación de trucos básicos como el “ollie” en 1978 y la aparición de figuras importantes como Tony Hawk, han aportado enormemente a la evolución del skateboarding, a tal grado que ha sido reconocido como un deporte olímpico, el cual apareció por primera vez en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Sin embargo, no todo ha sido color de rosa para quienes gozan de realizar este deporte.
El skateboarding en la región
En la zona sur de Tamaulipas, existe un gran número de jóvenes que son apasionados de este deporte y EL SOL DE TAMPICO tuvo la fortuna de escuchar a una parte de ellos.
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Eduardo Gallardo, Ángel David “Grotezko”, Alfonso Joshua “Chochua” Herrera, Levi “Duendaco” Azua, Derek Yael “DK” Ruelas, Félix Manuel Cruz y Martín Estrada contaron sus experiencias dentro del mundo de este deporte.
En entrevista para esta casa editora, los skaters hablaron de cómo fueron sus inicios. “En este deporte se inicia desde cero. Muchos empezaron pidiendo piezas de tablas para poder iniciar en este mundo, pero yo lo veo más como una hermandad, porque el que quiere ser skater que se junte y ya uno lo acoge, pues uno sabe desde dónde inició”, cuenta Martín Estrada, uno de los más experimentados del grupo.
Por otro lado, Levi Azua y Eduardo Gallardo platican que sus inicios se dieron gracias a la pandemia como un método de distracción que descubrieron mediante las redes sociales.
El subirse a una patineta, demostrar sus habilidades e ir aprendiendo trucos nuevos les hizo sentir motivados constantemente, a tal grado de salir a la calle y recorrer todo Tampico en ella, sin tener un punto de reunión en específico y así fue como lograron conocerse para entablar una amistad. Ha sido con constancia y aprendizaje a base de caídas, golpes, raspones y dolor que los jóvenes han podido dominar la tabla, algunos destacando en competencias de nivel profesional.
Puntos en los que se realiza el skateboarding
Lugares como el skatepark de la Laguna del Carpintero, las Canchas Gemelas de la colonia Echeverría y el patinadero frente a Arteli Miramar, son unos de los puntos más icónicos de la zona para realizar este deporte, aunque no hay un día ni hora establecida para reunirse.
Cabe mencionar que el skatepark de la Laguna del Carpintero es uno de los lugares que más frecuentan y se les puede encontrar ahí a partir de las 17:00 horas, pero sin un día en específico.
Y es que la esencia de este deporte va de la mano con lo urbano y la libertad de transportarse por cualquier lugar a bordo de la patineta, es por ello que no hay un lugar establecido para su práctica.
Una forma de expresarse
Más allá de un deporte, los entrevistados aseguran que el skateboarding es una cultura y una forma de libre expresión por medio del manejo de la tabla con sus trucos, la forma en la que caracterizan su skateboard, su manera de vestir, la música que escuchan, el graffiti, las revistas y muchos elementos más.
En el skateboarding no hay nada definido, cada quien tiene su manera de patinar, no existe lo correcto ni lo incorrecto, pues entre ellos no hay burlas ni juicios.
A diferencia de deportes como el futbol o el basquetbol, en el que hay entrenadores que te instruyen, el skateboarding se basa en la experiencia de cada uno de sus practicantes y aunque los jóvenes cuentan que sí han existido escuelas en la zona, estas mismas no han tenido el éxito esperado.
“Nosotros no fuimos de aprender en una escuela o algo, nosotros llegábamos al Metro sin conocernos, a empezar a juntarnos y salir solos, juntándonos con la vieja escuela o gente mayor y ellos mismos nos nutrían, ayudándonos de cierta forma”, platicó Eduardo Gallardo.
El skateboarding como deporte olímpico
Este verano será la segunda ocasión que el skateboarding se lleve a cabo en los Juegos Olímpicos de París, cosa que el grupo de jóvenes ve como la oportunidad para que esta actividad sea mostrada al mundo.
Aún así, los skaters tampiqueños dieron su punto de vista sobre lo que se podría mejorar en la inclusión de este deporte:
“Siento que el skateboarding de ahí es como muy robótico, pienso que debería ser más libre. Me gustaría que implementaran el free skate u otro tipo para que también sea más interactivo, más libre. El problema es que hay muchas exigencias, las cuales uno no tiende a seguir como una línea y no las puedes cumplir porque simplemente no es tu estilo”.
“Está bien, solamente que me gustaría que hubiera un poquito más de libertad al respecto con el skateboarding en las Olimpiadas, estaría mejor. Gracias a Dios es un deporte urbano, no es nada técnico”, apuntó Derek Ruelas.
Un llamado a la no discriminación
Por otro lado, la inclusión y el reconocimiento del skateboarding como deporte olímpico también sirve para que la gente y el mundo los vea de una forma más humanizada y como los deportistas que realmente son.
Día con día, los skaters de la zona sur de Tamaulipas son juzgados de manera peyorativa como malandros, pandilleros e incluso drogadictos. Ellos buscan que la sociedad deje de lado esas etiquetas y puedan ser vistos de la misma manera que perciben a un joven con un balón de cualquier otro deporte.
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“Que se pongan en los pies de uno y se den cuenta que no solamente es un estigma, es un deporte, es vida, es cultura, es una forma de vida de muchas personas”, comentó Félix Manuel Cruz
“El skater puede ser ingeniero, licenciado, estudiar una carrera, trabajar, ser director de una escuela. El skater puede ser lo que él quiera, no necesariamente un drogadicto o un bueno para nada. Somos estudiantes, somos gente que a veces ocupamos la tabla para ir a algún mandado, a casa de un amigo; realmente es una necesidad y a final de cuentas la cumplimos y nos divertimos haciéndolo”, cerró Alfonso Joshua Herrera.
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Mediante el skateboarding los jóvenes buscan que la sociedad cambie la forma en que los ven, invitando a ser más empáticos, pues a través de esta práctica buscan compartir y aportar algo bueno mediante su forma de pensar y de expresarse.