El 15 de mayo de 2016 es una fecha para no olvidar, ese día estalló la violencia en el estadio Tamaulipas. La tarde que se esperaba de fiesta por el encuentro entre la Jaiba Brava y Los Potros, terminó en violencia. Hechos que no deben existir en un deporte que reúne a familias en torno a un balón.
Con un estadio Tamaulipas lleno de aficionados deseosos ver coronarse campeón de la temporada 2015-2016 de la Liga Premier de Ascenso de la Segunda División a su querida Jaiba Brava del Tampico-Madero, contra todos los pronósticos estalló la violencia en las gradas.
La trifulca comenzó luego de que Potros UAEM empatara a cero goles con el conjunto celeste, aunque el global a su favor de 1-0 le daba la victoria al cuadro mexiquense y la oportunidad de ascender a la entonces conocida como Liga de Ascenso, hoy de Expansión.
Terminado el encuentro se dieron los primeros brotes violentos. El pánico se apoderó de los asistentes cuando un grupo de seudoaficionados sembró el terror al invadir la cancha y propinar golpes a los espectadores en palcos y gradas, lo que motivó la intervención de la entonces Gendarmería Nacional y de personal que en ese momento detuvieron a varios de los rijosos.
El pavor se reflejaba en el rostro de familias enteras que acudieron a presenciar la final por el ascenso y esperan que la Jaiba Brava ganara esta final, luego de proclamarse campeón del Clausura 2016 de la Liga Premier de Ascenso de la Segunda División imponiéndose a Murciélagos de Guamuchil.
Incluso el presidente de la rama de la Segunda División, José Vázquez, no daba crédito a lo acontecido en la cancha, pues una semana antes el comportamiento de los aficionados había sido ejemplar, aunque hay que decirlo, en aquella ocasión se coronó la Jaiba Brava.
¿Hubo sanciones?
En los hechos la violencia quedó impune y es que luego de los bochornosos acontecimientos y tras un proceso de investigación para determinar la sanción a la que se haría acreedora la directiva del conjunto, en ese entonces encabezada por la familia San Román, la Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Futbol dictaminó tres partidos de veto para el estadio Tamaulipas y 2 mil días de salario mínimo.
Sin embargo, según lo establecido en un comunicado de la Federación Mexicana de Futbol, dicha sanción no afectó al recién llegado equipo del TM Futbol Club del Ascenso MX, pues se aplicó a un equipo de Segunda División que para ese momento no existía.
La violencia se debe erradicar
Este lamentable episodio, ni el ocurrido el pasado sábado en el estadio Carlos Vega Villalba durante la final de ida por el ascenso entre la Jaiba Brava del Tampico-Madero y Tuzos UAZ, otra vez dentro de la Segunda División ahora en la Liga Premier Serie A, es el primero.
La Liga MX también ha sido escenario de violencia, una de ellas y la que más ha llamado la atención fue la riña entre seguidores del Atlas y Querétaro durante el Clausura 2022, acontecido en el estadio Corregidora con saldo de 31 personas heridas, de acuerdo al reporte oficial.
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Más recientemente, y en este mismo Clausura 2023 de la Liga MX, se registró una riña entre seguidores de Xolos de Tijuana, que jugaba de local y seguidores del Club León, que llevaron la peor parte.
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No pretende ser este texto una apología hacia la violencia, sino un recordatorio sobre lo que no debe volver a pasar, sobre todo en la cancha del estadio Tamaulipas, con unos seguidores celestes que hasta el momento se ha comportado a la altura de lo que pretende ser: una afición de Primera División.