El futbol es pasión, dolor y alegría, pero ¿qué hay detrás de ese fervor o devoción que se siente por un equipo desde pequeño?, y ¿qué genera ese amor que en raras ocasiones acaba?.
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Para un aficionado de corazón este deporte es apasionante, dependiendo incluso su estado de ánimo de los resultados.
Estudios realizados por expertos en psicología mundial comprueban que ver que tu equipo pierde puede provocar más tristeza que por ejemplo la conclusión de unas maravillosas vacaciones o ver perder a tu escuadra favorita te provoca más dolor que alegría cuando lo ves ganar.
“La pasión que se siente por un equipo puede provocar desde ansiedad, falta de sueño, apatía, tristeza, depresión, entre otras inestabilidades emocionales” comenta el psicólogo Alejandro Ramírez.
Todos somos parte de una sociedad y nos encanta compartir, el futbol permite y facilita la socialización. “Las normas del futbol calan en quienes se sienten identificados y observan comportamientos similares en quienes admiran”, agrega nuestro entrevistado.
AFICIONADOS LEALES
Se han identificado aspectos relacionados con la lealtad a un equipo, que se pueden presentar de tipo normal, cíclico, divergente y separación o no compromiso, mismo que puede verse influenciado por el grupo al que pertenece un fanático.
Ya sea jugando con una máquina tragamonedas o viendo un partido, en el cerebro de un apasionado al futbol se activan áreas relacionadas con el sistema de recompensa.
"El agrado de ganar una apuesta incrementa la liberación de dopamina, pero el exceso de esta puede llevar a la adicción al juego y en especial adolescentes y adultos jóvenes que no tienen sus áreas prefrontales completamente desarrolladas, deben cuidar su vulnerabilidad en la toma de decisiones para evitar estas alteraciones" explica.
Para el experto en salud mental identificarse con un equipo despierta emociones en todos los fans.
“Sin embargo este es un aspecto que ataca la industria para aplicar pequeños métodos de manipulación. Considera los procesos mentales del individuo como lo son sus expectativas y se relaciona con el sentido de pertenencia”, refirió.
Los aficionados se dejan llevar por la corriente y la mente del consumidor puede ser colectiva, “este hecho puede servir de apoyo para vender más productos o fomentar las apuestas y es así como cada vez más aficionados al soccer crean una pasión que va en ocasiones más allá de sus propios límites”.