Fabián Rosas afirma que el futbol le dio todo, sus dos hijas, una buena formación con Tecos de la UAG, grandes amigos, la oportunidad de convertirse en seleccionado nacional y de jugar en otros dos grandes equipos, Cruz Azul y el de su terruño Tampico. “Me fui tan feliz del futbol, que nunca más volví a jugar”, dijo.
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Rosas Gaytán se convirtió sin duda en un referente de los Tecos, compartiendo cancha con grandes jugadores. Jugó al lado de futbolistas de la talla de Hugo Enrique Kiese, Javier “Chícharo” Hernández, José Luis “Oso” Salazar, además de formar parte del equipo que bajo el mando de Carlos Miloc sumó 20 juegos consecutivos sin perder.
El tampiqueño se desenvolvió en doce temporadas con la Autónoma de Guadalajara, luego de surgir del conjunto de Correcaminos en la Segunda División.
Su ciclo con Tecos se había cumplido y decidió tomar un nuevo rumbo. Recuerda que antes de salir de la Autónoma de Guadalajara, a media temporada comenzó pláticas con Cruz Azul, sin embargo, con la llegada de Manuel Lapuente al frente del equipo no lo acepta.
“En el último día de registros prefiere meter a otro jugador y dejarme fuera. La directiva de Tecos me dice que me quieren en Tampico y Tigres, decido venir a Tampico, siendo amigo de don Salvador Barragán Camacho, pero además como reto personal yo quería ser dirigido por Carlos Reinoso, yo tenía que darme ese gusto y cuando llegué estaba de moda el famoso '¡cinco, cinco!'. Me tocó presenciar la fractura del 'Chima' Ruiz, quien no volvió a ser el mismo”.
“Solamente un año, en la temporada 88-89 estuve con el Tampico-Madero y nos fue muy bien, desgraciadamente no pudimos llegar a la final por un gol”. Con todos los problemas extra cancha de aquella temporada, por la detención de los dirigentes petroleros de entonces parecía que el equipo se vendría abajo, pero no fue así.
“La afición era extraordinaria, cuando nos empezaba a gritar que querían cinco goles ya cuando llevamos tres o cuatro, el equipo se volcaba y es que estábamos bien preparados físicamente”.
A la mitad de la temporada siguiente sale de Cruz Azul Manuel Lapuente y llega Mario Velarde. “Viejo amigo mío, de las épocas de Selección Nacional, me invita a que regrese a Cruz Azul; yo tenía la espina clavada y tenía aparte la molestia de que me hayan hecho eso en el último minuto, pero estando Mario Velarde y Billy Álvarez el frente doblé las manos y dije 'sí voy si tú me aceptas'. No hubo problema, yo también tenía la opción de quedarme en Tampico, pero regreso a Cruz Azul, con ellos estuve tres años y me retiro a los 35 años de edad”.
SELECCIÓN MEXICANA
Considera que en la Selección Mexicana le fue bien y mal. Llegó en 1981 a la escuadra nacional, junto con Bora Milutinovic quien hizo dos selecciones, A y B, “comencé en la B, pero gracias a Dios por mis actuaciones subí a la A. Estaba bien, pero una lesión de menisco me dejó fuera”.
Todavía en enero del 86, Bora dio la lista de 25 para 22 que se iban a quedar “hice un partido en Guadalajara y me llevó, pero yo no me sentía bien, sabía que no podía, estaba consciente de que mi rodilla no estaba al cien por ciento. Me metió y me dijo: 'no se puede'. Yo le entendí y eso me dolió mucho, no haber jugado ese Mundial porque yo estaba seguro de que al menos el primer partido del Mundial yo lo jugaba”.
Dos años después llega Bora Milutinovic a dirigir Tecos cuando se entrevista por primera vez con la directiva pregunta por Fabián y dijo 'todos están transferibles menos Fabián', “pero ya no pertenecía a Tecos, ese año yo salí. Hubo la oportunidad de quedarme, pero finalmente no se hizo nada y fue cuando me regresé a Tampico a seguir las vacaciones y me presenté con Cruz Azul”.
¿QUÉ TE HA DEJADO EL FUTBOL?
"A mis dos hijas, el haber estado en Tecos que me dio una formación muy especial, me hizo un buen hombre, fue una institución que vio por mi familia". Después de retirado no volví a jugar, "fue una promesa que yo me hice porque me fui feliz, me siento feliz de haber hecho lo que hice en el futbol. Hoy en día soy feliz disfrutando del cariño de mis hijas, Karla y Fabielle, una ´'jalisquilla' y otra 'chilanga' y de un gran amor".
“El futbol, también, me ha dado amigos verdaderos a los que cuento con los dedos de las manos como Jorge 'Tato' Ruiz, a quien le debo mucho; Hugo Enrique Kiese, paraguayo que si nos ponemos a pensar, él tuvo mucho que ver para que yo me quedara en Tecos; Alberto Aguilar, paisano que a lo mejor le puedo decir mi amigo, pero más que amigos somos hermanos; Joaquín del Olmo, él me demostró el gran carácter que tiene; no quiero olvidar al licenciado Juan Antonio Soto, otro gran soporte en mi vida. Tengo diez dedos en mis manos, pero creo que me sobran para contar a mis amigos” dijo.
También disfruta de una labor que, callada ha rendido sus frutos, pues pese a tener el título de entrenador, más que dirigir, prefiere reclutar talento.
“Ser director técnico no me llena tanto como elegir a los muchachos para proponérselos al director técnico, me ha gustado mucho más eso que ser director técnico”.
Fabián Rosas sin duda es uno de los referentes de nuestro futbol de Tampico y Ciudad Madero, del que han surgido grandes luminarias que le han dado prestigio al puerto jaibo y la urbe petrolera.
Su trayectoria lo avala, pero su sencillez habla de su calidad humana. “Bueno, ahora vamos a seguir trabajando”, se despide, no sin antes reiterar que “el futbol me lo ha dado todo. ¿Qué más puedo pedir?”.