Mencionar el basquetbol infantil y juvenil en la zona sur de Tamaulipas es hablar del Clan Mendoza, equipo fundado por Don Fernando Mendoza en 1980 con jugador es preparatoriano, que fue traspasando generaciones hasta ser hoy una escuela no solo de formación deportiva, sino también de grandes personas.
Dicha institución es comandada por Eduardo Malváez López, quien ha dedicado una vida a esta quinteta, siendo formador y continuador de esta academia.
“Todo empezó como un juego en las vacaciones de verano, queríamos encausar a nuestros sobrinos, ahijados a que practicaran deporte organizado, pero poco a poco nos fueron llegando el hijo de un amigo y así sucesivamente, y se nos fueron armando varias categorías”, asentó para EL SOL DE TAMPICO, Eduardo Malváez.
Amplió que “busqué la manera de entrenar a los niños y de alguna manera se creó un reglamento basado en la disciplina, respeto y ganas a los entrenamientos”.
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Posteriormente, los pequeños fueron creciendo y salieron del equipo, parecía que Clan Mendoza llegaría a su fin, sin embargo gracias a su sobrina Evelyn Mendoza, quien consiguió un grupo de niñas, más otras que se sumaron, lograron completar el estrato 96-97 y así proseguir la enseñanza del baloncesto.
“Junto con esas niñas llegaron niños 96 y a partir de ahí despegó el Clan Mendoza en cuanto a cantidad de alumnos, fue cuando mi cuñado Fernando Mendoza (QEPD), mi esposa Adriana Mendoza comenzaron a ayudarme, pero creo que el abrir la -categoría- 92-93 y 96-97 hizo una cadena de invitar niños y ahorita estamos hablando de 100 alumnos entre infantiles y jóvenes, porque posteriormente empecé con secundaria y preparatoria”, compartió el maestro Lalo Malváez.
El abogado de profesión ha tenido esta labor de enseñar baloncesto por más de 20 años y seguramente seguirá por muchos años, ya que las niñas y niños continúan practicando el deporte ráfaga, incluso en la pandemia a distancia.
Como entrenador y seleccionador le ha tocado vivir innumerables eventos a nivel nacional, donde ha tenido la dicha de traerse el título de campeón en muchas ocasiones, en otros segundos y terceros lugares.
Pero, quizá, el logro más significativo es que muchos de estos jugadores han podido conseguir becas deportivas dentro y fuera de Tamaulipas, así como posicionar el nombre del Clan Mendoza a nivel nacional.
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Del futbol al basquetbol
Lalo Malváez tuvo la oportunidad de jugar basquetbol desde la década de los 70 hasta el inicio del nuevo milenio; sin embargo, previo a incursionar sobre las duelas, el coach jugó futbol como arquero, en donde fue preseleccionado nacional en categorías juveniles y ser portero titular del seleccionado tamaulipeco desde los 11 a los 18 años.
Pasó por las reservas del Tampico y de la UAT y en la temporada 77-78, con José Antonio Roca al mando de la Jaiba Brava, Malváez pudo debutar; sin embargo, un telegrama de aceptación para la Facultad de Medicina le impidió ser guardavallas en el máximo circuito.
“Terminé jugando basquetbol y no estudiando Medicina, al final el deporte me ganó y me cambié a la licenciatura en Derecho, recuerdo que mi mamá me dijo, prefiero que seas un buen abogado a un mal médico, con esa confianza de mis padres seguí jugando y terminé mi carrera en la universidad”, dijo.
Recuerda que tuvo el apoyo de los entrenadores de basquetbol, puesto que él empezó muy tarde en esta disciplina y tardó un año en meter una canasta.
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Asegura que tuvo suerte de sobresalir en el deporte ráfaga gracias a las bases que le dio ser un deportista nato, ya que también jugó beisbol y voleibol, cabe mencionar que tuvo la oportunidad de rozarse con el profesionalismo dentro del baloncesto.
Jugó importantes ligas de basquetbol
“Jugué en la Liga Mexicana de Basquetbol (Limeba) que era como la segunda división del Circuito Mexicano de Basquetbol (Cimeba), era un semillero para selecciones panamericanas o de universiadas y digamos que era algo semiprofesional, no tuve la oportunidad de brincar al profesionalismo, llegué hasta donde pude y estoy satisfecho con ello”.
Por último el formador le mandó un mensaje a todos sus alumnos y exalumnos diciendo que se tiene que trabajar duro para lograr sus sueños, que no todo saldrá a la primera, que tengas persistencia, tenacidad, que les va a costar trabajo, pero que no dejen de pelear por ello.