CDMX, Noviembre 20.- Pocas noticias duele tanto dar como la muerte de Ernesto Canto, célebre marchista mexicano que ganó todo, desde una competencia regional en cualquier calle de alguna ciudad de la República Mexicana, hasta la medalla de oro olímpica compitiendo en los Juegos Olímpicos por las calles de Los Ángeles en 1984, todo en los 20 kilómetros de marcha, prueba en la cual, en su momento, Ernesto fue considerado el mejor del mundo, no había nadie mejor que él.
Suscríbete a la edición digital de El Sol de Tampico aquí
Hoy, la refulgente estrella de este deportista mexicano se apagó intempestivamente víctima del cáncer en el hígado y páncreas.
Ernesto Canto Gudiño es sin duda uno de los mejores deportistas mexicanos de la historia, único nacional que ha sido campeón centroamericano, panamericano, mundial y olímpico, en los 20 kilómetros de marcha, se dice fácil, pero estos galardones no los consigue cualquiera.
Canto Gudiño nació el 18 de octubre de 1959 en el otrora Distrito Federal, donde le nació el amor por la caminata al ver a José Sargento Pedraza ganar la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de 1968, se inició en la caminata a los 9 años teniendo sus primeros eventos en la categoría infantil a nivel nacional, el trabajo y constancia que demostró lo fueron encumbrando poco a poco y en 1972 obtuvo el título Nacional Infantil en Monterrey.
Su primer logro internacional fue a los 14, se llevó el campeonato Centroamericano juvenil de Caracas 74 (10 km.) y tres años después repitió la hazaña en Xalapa.
En 1977, fue primer lugar en el Juvenil de América, en Montreal. En 1978 triunfó en el Centrocaribeño de Atletismo, en Mayagüez, Puerto Rico. En 1980 realizó una gira europea, triunfando en la Copa Ruse (Bulgaria) con la mejor marca mundial del año (1:19.01 horas).
Su primera victoria de renombre la conquistó en 1981 en la Copa Lugano, de Valencia, España, luego volvió a ganar en la Semana Internacional de Caminata Noruega-Suecia. Ese mismo año le dieron el Premio Nacional del Deporte. En 1982, otro oro de Canto, ahora en los Centroamericanos y del Caribe La Habana.
En 1983 fue nombrado como “El mejor Andarín del Mundo en 20 kilómetros”, recibiendo el trofeo Hispanidad por ser campeón panamericano en Caracas, y del Mundial de Atletismo de Helsinki, Finlandia, con crono de 1:20’49’’.
Un año después rompió la marca mundial de la hora en el Grand Prix de Softland, en Bergen, Noruega, al recorrer 15 mil 253 metros, superando los 15 mil 129 del soviético Valdas Kazlauskas. Un día después impone récord mundial de 20 kilómetros (1:18’38’’) destrozando el de su ídolo Daniel Bautista (1:19.49).
Sólo le faltaba la gloria olímpica y la conquistó en el Memorial Coliseum. Canto se adueñó discretamente de la punta en los primeros 5 y 10 kilómetros; se la quitó el italiano Mauricio Damilano en el 12, pero “tronó” en el 18, y Ernesto volvió con renovados bríos al primer lugar y nadie le hizo sombra: cruzó la meta en 1:23.13 horas.
Canto vuelve años más tarde a la actividad para vencer en la Copa Randers, en Dinamarca, durante 1989, un año después ganó la Copa de las Naciones, en Munich, y los Juegos de la Amistad en Seattle.