Desde nuestros antepasados, los protagonistas de una disciplina siempre han recibido el apoyo por parte del público desde un graderío o simplemente a nivel del terreno, tal es el caso en la Copa El Sol de Tampico.
Gritos de aliento, tambores y trompetas es lo que se escuchó en los diferentes campos que albergan el certamen, en donde buscan hacer el famoso aguante a los pequeños futbolistas.
Desde muy temprano las porras arriban con la única intención de ser el jugador número 12 que los haga ganar, con ese ritual de caminar juntos desde el estacionamiento hasta copar la zona de gradas.
Se puede percibir en el césped la adrenalina, la intensidad y la pasión de los participantes todo esto gracias a las palabras de apoyo de los familiares, amigos y compañeros de plantel.
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Es por ello que los principales motivadores de los protagonistas de la Copa El Sol de Tampico merecen también ser reconocidos por el apoyo dado de principio a fin, el cual es muy importante.