Además de empresario y dueño del equipo de Estudiantes de Altamira, otra de las grandes pasiones de Enrique De Hita Yibale era el golf, disciplina en la que hizo grandes amigos y que disfrutaba jugando en diferentes torneos, la mayoría benéficos.
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En la verde carpeta del Club Lagunas de Miralta, con su hijo Enrique De Hita Sánchez, con sus amigos de juego, De Hita Yibale gozaba de emotivas jornadas en las cuales la convivencia a través del deporte era lo más importante.
Con sus “partners” Lety Sosa, Enrique De Hita Sánchez y Sergio Meraz formó un gran equipo que dio mucho de qué hablar en el ámbito golfístico del sur de Tamaulipas, que se mostró consternado por la partida de quien era un constante animador de las competencias en las que tomó parte.
“Don Enrique siempre fue para nuestro equipo de golf un gran motivador, concentrado en cada momento, pero se divertía a la vez, era bromista y le gustaba la bohemia”, comenta Lety Sosa, su compañera en el deporte de los bastones.
Al igual que el resto de la familia golfística, Lety Sosa está consternada por su partida. “En el campo sólo pensaba en hacer amigos, muy alegre y amaba a su familia como a todos sus amigos, lo vamos a extrañar”.