¿Quién de chamaco no participó en una de las clásicas “cascaritas” de futbol?, esos improvisados encuentros en los que bastaba poner un par de piedras o dos llantas por un lado y otro par enfrente, en medio de plena calle para, emulando a las estrellas del momento, convivir con los amigos en ocasiones ya caída la noche, una costumbre que se ha ido perdiendo por diversas razones.

Una de ellas es la falta de interés de los niños y jóvenes actuales por la actividad fisica; otra más, en opinión de algunos, por la inseguridad; y además porque hoy en día, ante el incremento del parque vehicular resulta peligroso jugar en la calle.

Existe la opción de las canchitas ubicadas en los parques públicos. También el hecho de que con el surgimiento de numerosas escuelas de futbol, los papás prefieren llevarlos a sitios más seguros que andar jugando en la calle.

“No había más, con eso nos entreteníamos de chamacos e incluso para jugar una 'cascarita' en la calle jugábamos contra la otra cuadra y era algo muy bueno, éramos muy ingeniosos, con unas llantas o un par de piedras, eso se ha perdido hoy en día, ya no se vive con la misma pasión e incluso los jóvenes de 15 años están más preocupados por la novia” expresó a El Sol de Tampico el exjugador profesional de la Jaiba Brava del Tampico-Madero, entre otros equipos más de la Primera División, Francisco “Panchillo” Fernández.

LAS CONTRAS

“Antes yo me acuerdo que se jugaban 'las contras', que así le llamábamos de cuadra a cuadra, allá en la colonia Cascajal, con una pelota y muchas veces jugábamos descalzos”, recuerda Jaime Díaz, originario del populoso sector y actualmente administrador del parque Méndez, espacio donde cada mañana acude un grupo que se autodenomina “los cascareros”, precisamente para jugar improvisados encuentros de futbol.

La tecnología ha hecho lo suyo, ya que las nuevas generaciones prefieren realizar amistades virtuales que salir a jugar “antes nos refugiábamos en ir a cascarear”, expresa Fernández González, hoy en día entrenador del equipo Orgullo SurTam de la Tercera División.

Esa buena costumbre de salir a jugar se redujo por la inseguridad que azotó la zona en el año 2010, a lo que se ha sumado la abstracción por las redes sociales, los teléfonos, “el deporte sigue pero no en las colonias, ya no hay esa costumbre donde incluso los papás observaban las ´cascaritas'”, señaló Jaime Díaz.

LOS CASCAREROS

En el parque Méndez todas las mañanas se reúne el grupo de “los cascareros”, donde se dan cita desde jovencitos hasta personas ya mayores para hacer rodar el balón.

Uno de ellos es Juan Manuel Castillo, quien afirma que para “echarse una cáscara no hay edad. Claro que no, el que tiene el gusto por el futbol siempre lo va a practicar, nosotros tenemos aquí en el parque Méndez 35 años de hacer lo mismo cada mañana”.

De 8 a 9:30 de la mañana la canchita del parque se convierte en sitio de convivencia deportiva reforzando los lazos de complicidad y trabajo en equipo.

Hoy los muchachos se dedican más a la cuestión del teléfono y tras aplicaciones donde las jugadas no son en llanos o campos con improvisadas porterías, sino con equipos virtuales de diversas partes del mundo.

El mayor deporte que realizan es el de los dedos, ya que las retas son desde el Xbox o cualquier consola de video.

Entre los más jóvenes destaca Julio César Santiago Castillo, quien aprovecha las vacaciones escolares para jugar en dichos partidos improvisados. “Me gusta el futbol, con el teléfono a veces me entretengo un ratito, pero me gusta más venir a jugar”.

Y para renacer la costumbre de las “cascaritas”, Jaime Díaz propone hacer un torneo de “retas”: “Nosotros como Fuerzas Unidas por Tampico tenemos pensado llevar a cabo unas actividades en las colonias donde no existan canchas, o un parque recreativo y volver a las andadas, vamos a hacer unas porterías para organizar unas 'retas' en cada colonia de la ciudad”.

El objetivo mantener esa tradición de las “cascaritas” y que el balón no deje de rodar entre camaradas.