Es el 28 de junio de 1980. Estadio Azteca, liguilla del futbol mexicano y la Máquina quiere pitar fuerte, aunque para ese propósito tenga que avasallar al Tampico FC, que ha comenzado el segundo tiempo ganando desde el minuto 23, por un tanto a cero.
Cruz Azul ha reaccionado vigorosamente adelantando sus líneas, colocando como otro centro delantero a su defensa estrella Miguel Ángel Cornero para aprovechar los centros al área de gente como Adrián Camacho, “El Chaplin” Ceballos, envíos que son descolgados por el guardameta Vázquez del Mercado, que semejando a una jaiba con sus dos tenazas, sujetaba todo balón por arriba.
6 de diciembre de 1979, El Sol de Tampico anunciaba la contratación del campeón con “Pumas” en 1976-77, Carlos Enrique Vázquez del Mercado Gutiérrez, cancerbero de kilométrico nombre que en su primera declaración afirmaría: - Vengo a pelear el puesto titular (Castrejón se manejaba como primer portero), no quiero quitarle nada a nadie, no quiero ser jugador de banca. Ya he probado de todo, temporadas completas jugando como titular, liguillas, un subcampeonato con Atlético Español, un campeonato con Universidad y hasta en la Selección Nacional. Mi deseo es jugar por y para que el Tampico llegue también al campeonato.
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Vázquez del Mercado desde el comienzo de su carrera se manifestó como un hombre que gustaba de trabajar como lo demostró en los diferentes cuadros donde llegó para competir por la portería: -Rápido para tirarse, salía bien por alto -menciona su entrenador en ese torneo 1979-80, “El Gallo” Jáuregui, y apunta: - Probaba su exigencia bajo los tres palos cuando llegó en esa temporada avanzada; peleó la titularidad con “Paco” Castrejón quien jugaba más en la línea, mientras que Enrique atajaba más adelante, salía prontamente, inspirando confianza.
Otro de sus compañeros en la Jaiba Brava, el volante Jorge Garibaldi de la Teja, recordaría los tiempos de Vázquez del Mercado: - Por momentos parecía un cancerbero frío, que nunca se veía apremiado, sin importar que tuviera enfrente a Cabinho, Hugo Sánchez, “Pata Bendita”, Barbadillo, otorgando serenidad bajo los tres palos.
EN EL TAMAULIPAS EN 1980
28 de abril de 1980. Estadio Tamaulipas, minuto 75 cuando Neri Castillo se apresta a cobrar un tiro de penal para poder acercar a los “Cachorros” del Atlético Potosino que pierden por dos goles a cero. La rechifla se siente por toda la cancha, mientras un estoico Vázquez del Mercado no pierde de vista la bola.
La posición de arquero es trascendental, -alude Garibaldi de la Teja: - Revetria podía fallar goles, la defensa equivocarse, pero si el portero fallaba convertía la acción en gol, sólo que Enrique derrochaba personalidad producto de que tenía la profesión de Ingeniero Electrónico, inclusive si algún contrario lo cargaba en el área se levantaba para reclamar “enérgicamente”. “El Gallo” Jáuregui señala: - Poseía liderazgo, gustaba de hablarle a la defensa, aceptando mi idea futbolística sobre que la zaga saliera jugando rápidamente, que no nos defendiéramos en nuestro terreno, y Vázquez del Mercado salía a acortar arriba y desplegaba velozmente su defensa hacia campo contrario.
El árbitro suena el silbato, Neri Castillo pisa el manchón de penal para que el esférico brote violentamente. Existe un adagio antiguo que señala: “Un héroe no necesita una capa, sólo necesita un par de guantes”.
TRAYECTORIA DESTACADA
Hombre de extensa carrera que desde sus inicios en Guadalajara tuvo que ser prestado para poder debutar en América en la temporada 1969-70, para después mantenerse en inmejorable nivel en 7 o 8 clubes: - Si he estado en tantos cuadros - expresaba el guardapalos - se debe en buena medida a que siempre respondí con actuaciones muy regulares y sin afán de vanagloriarme, las últimas dos temporadas nunca falté a un juego de la institución (Los Tecos) en las que estuve y eso creo que no muchos porteros pueden decirlo con tanto orgullo como yo- .
Sobre otras aptitudes de Vázquez del Mercado el exdefensa Román Nájera evoca: - Seguro de manos, jugaba bien el área, continuamente decía “que por arriba no ganen ninguna pelota, y si nos ganan yo las rechazo”, que nos hablara de esa manera hacía que jugáramos libres.
EL SEGUNDO TIEMPO
4 de julio de 1981. Segundo tiempo, la cancha del estadio Azteca se ha convertido en un potrero por el chubasco que ha sobrevenido. El guardavalla jaibo se enfrenta al atlantista Cabinho quien cerca del minuto 80, mediante el cobro de una pena máxima, busca romper el empate a ceros.
Evanivaldo dispara de pierna derecha para que Del Mercado adivine la trayectoria enviando el esférico a córner- - En toda adversidad buscaba sobreponerse gracias a su temperamento – enfatiza Román Nájera – ya que en la gira por España que realizamos en agosto de 1980, durante un entrenamiento en un bosque de Madrid, me atreví a comentarle que le pusiera ganas, se volteó para decirme muy firme “mira Román, déjame hacer mi trabajo, que mi entrenamiento es diferente al tuyo”; todavía llegué a decirle en medio broma: “no es para tanto Enrique”. “Te lo digo en serio”, me volvió a contestar sólidamente”, “respétame para respetarte” terminó diciéndome, acabando de tajo la diferencia.
BOHEMIO Y COLECCIONISTA DE POESÍA
Aunque de rostro serio, poblado de un gran bigote, Vázquez del Mercado saboreaba la bohemia, coleccionaba discos de poesía, donde existía un micrófono se ponía a cantar, continuamente visitaba con la familia el restaurante “Diligencias” para degustar los deliciosos mariscos.
Le entraba al vacile como cuando un familiar preguntó por qué había sido guardapalos, para responderle: - Cuando amateur en un entrenamiento me cuestionaron qué posición quería jugar, entonces pregunté en cuál se corre menos, en la del portero me dijeron, pues esa quiero, volviéndome arquero.
Román Nájera rememora a Vázquez del Mercado: - En una jugada en el Tamaulipas, contra los Tecos, por el extremo derecho se recorrió rapidísimo el brasileño Edmur Lucas, sacándome metros de ventaja. Carlos Enrique saltó a enfrentarlo, permitiéndome observar una hermosa estampa futbolera, Enrique trataba de achicarle el disparo y Lucas intentaba gambetearlo para que en el último instante Enrique, aguantándolo, lo despojó del esférico con los pies. “Así se quita el balón, güey”, me dijo, mientras yo le comentaba admirado “eres un chingón”. Ya, ya vamos adelante, me dijo con su acostumbrada imperturbabilidad.
El encuentro de liguilla en el azteca concluyó a favor del Tampico FC, abusando Cruz Azul de los centros a la olla que innumerables ocasiones fueron a parar a las manos del guardameta Vázquez del Mercado (1950-2011), que con valentía enfrentó a los peligrosos delanteros cruzazulinos que no pudieron pese a la metralla que soltaron horadar su meta, ofreciendo de este modo uno de los mejores juegos de su carrera deportiva.