Acompañado tan solo por el sonido de la máquina de su motocicleta, su casco y sus guantes, Félix Tovar Rosales venció el reto de la Semana Internacional de la Moto Mazatlán 2024. El desafío consistía en recorrer desde Altamira hasta la ciudad de Sinaloa en menos de 24 horas, y Tovar Rosales fue el único biker tamaulipeco en participar junto con 30 bikers tanto nacionales como extranjeros.
“Me da orgullo representar a Tamaulipas como motociclista y cambiar esa mala información que tiene el público en general hacia los motociclistas, ahorita con el alto número de accidentes que he visto aquí en la zona sur”, dijo Tovar Rosales en entrevista con EL SOL DE TAMPICO.
“Miedo, solo en la sierra”
A las 5:45 horas del 30 de abril, Félix partió de Altamira para recorrer parte de la Huasteca potosina y luego subir hacia Monterrey para enfilarse a la tierra sinaloense. Se preparó cuidadosamente para el recorrido y cumplir con los cinco checkpoints: “Me recomendaron que no comiera mucho, que no tomara mucha agua y que me parara lo menos posible para hacer buen tiempo”.
También invirtió para que su motocicleta, una R6 Yamaha 2014, transitara sin contratiempos por la cinta asfáltica. Equipó su moto con llantas nuevas para resistir el calor, un cojín para mayor comodidad en el asiento y un ajuste en el acelerador para reducir el esfuerzo en su muñeca.
Durante el viaje, Tovar Rosales no tuvo incidentes y se sintió seguro en la carretera. Sin embargo, hubo un segmento particularmente tenso. “Me entró el miedo cuando llegué a la sierra, a la famosa sierra que se llama el Espinazo del Diablo, está entre Durango y Mazatlán, todo está oscuro y son tres horas y media de pura sierra”, dijo.
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“Yo digo que me ayudó mucho la adrenalina que llevaba desde que inicié, porque todo el viaje veía cosas nuevas y paisajes hermosos que quería seguir avanzando”, añadió.
Tovar Rosales afirma que cuando se anda en moto lo más importante es prestar atención al camino y conectarse con la ruta para no aburrirse. “Tienes que ir muy atento a lo que está enfrente de ti, a lo que está a un lado y a lo que está atrás verdad. Y ya cuando vas en el camino vas disfrutando el aire y los paisajes, entonces vas disfrutando cada kilómetro”.
Un viaje solitario
En 23 horas y después de recorrer mil 600 kilómetros llegó a la costa del pacífico sinaloense, Félix, de 31 años y originario de Altamira, allí asistió a las actividades de la Semana Internacional de la Moto y disfrutó del concierto de clausura con un concierto de El Tri y México, conocido por cantarle a las piedras que ruedan.
Después asistió a la ceremonia de reconocimiento a quienes lograron el desafío en el que recibió una certificación por parte de la Asociación de Motoristas de Resistencia y Alto Kilometraje de México.
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Aunque lleva cerca de diez años en el mundo de las motos, fue la primera carrera de resistencia en la que ha participado, aunque desde hace años quería participar en una. “No se daban las cosas, hasta que este año dije: sí voy; quería experimentar otro tipo de viajes a los que acostumbro en los que vamos en grupo, este fue un viaje en solitario”.
Entre el salón de clases y el ruido de la máquina
Tovar Rosales se dedica a la docencia en una escuela de Pánuco, Veracruz, y cuando no está en el salón de clases sale a rodar junto al motoclub Craft Racing ATM de Tamaulipas, donde además de hacer pilotajes de velocidad y recorridos en la Huasteca y el norte de Veracruz realizan actividades altruistas y para promover el motociclismo.
“Somos alrededor de 60 motoclubes en la zona conurbada. En abril, el Día del Niño, visitamos un ejido de Altamira, donamos pasteles, piñatas, dulces, comida. Ayudamos a las personas y también nos hacemos un espacio para la rodadita y la fiesta.
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“Luego llego a la escuela en moto y ahí tengo a mis alumnos que me están esperando ya a la hora de entrada para tomarse la foto, acelerar la moto; creo que eso les transmite cosas buenas”.