Uno de los mejores exponentes de la lucha libre, originario de Ciudad Madero y que alternó con lo mejor de la baraja nacional lo fue sin lugar a dudas José Luis Gasca Razo, tal vez con este nombre poca gente lo recuerde, pero si decimos el Asesino Negro, mil recuerdos vuelven a la mente de los aficionados.
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Efectivamente, su carrera profesional en los encordados inició como Asesino Negro y vaya que fue con éxito al grado de que en una función fue visto por el ya consagrado René “Copetes” Guajardo, quien se lo llevó a una gira al norte del país presentándolo como “El Remington” militando en el bando de los rudos, donde conquistó resonantes triunfos que lo proyectaron hacia la capital de la República pisando la Arena México y formando parte de la Empresa Mexicana de Lucha Libre, donde adoptó el nombre de El Gran Coloso, siendo su debut nada menos que en la lucha estelar contra Mil Máscaras, esto en 1983; luego de una gran temporada toca enfrentar a Máscara Año 2000, donde pierde la capucha; también luchó en el Toreo de Cuatro Caminos con el nombre de Black Star debutando al lado de Tinieblas contra Ray Mendoza y Villano III.
Después de esto resurge El Asesino Negro y vaya que fue un gran retorno, pues precisamente este personaje le dio muchas satisfacciones logrando grandes victorias que lo catapultaron a lo más alto del firmamento luchístico, donde alternó con verdaderos “monstruos” del arte del pancracio tales como Rayo de Jalisco, Ángel Blanco, Ray Mendoza, El Solitario, Dr. Wagner, Aníbal, Alberto Muñoz, Huracán Ramírez, Tinieblas, entre otros, “por supuesto que hubo victorias y derrotas que me dejaron un gran aprendizaje y todos querían destaparme, hasta que se hizo un combate de máscara contra máscara contra Rey Tinieblas, quien me ganó conociendo la gente a José Luis Gasca Razo”, recuerda con nostalgia.
De los combates que perduran de manera especial en su memoria está un mano a mano contra el gigantón TNT en Poza Rica, Ver.; contra Gran Markus en Monterrey; contra Rayo de Jalisco en la Perla Tapatía y como anécdota menciona una lucha contra El Solitario en la Arena Poza Rica, donde “a punto de salir al cuadrilátero hubo un 'apagón' quedando todo en penumbras y la fanaticada reclamando el inicio del combate, afortunadamente a alguien se le ocurrió meter dos carritos expendedores de hot dogs y con sus lámparas iluminaron el ring, por lo que se pudo llevar a cabo la lucha”.
En el sur de Tamaulipas se enfrentó a lo mejor de la zona recordando al Rayo Latino, Alejandro Montaña, Oso Matius, Canelo Mendoza, Corsario Blanco y Cosmos 2000; ya en el retiro sigue dando consejos a los jóvenes que se inician en este deporte, “para ser luchador se necesita tener amor por la lucha libre, sentirla, gozarla, disfrutarla y sobre todo respetarla”, concluye este gladiador que gracias a su brillante trayectoria ingresó al Salón de la Fama ubicado en la Unidad Deportiva de Ciudad Madero; un gran caballero fuera de los encordados y un despiadado rudo en su personaje de ¡Asesino Negro!