Alejandro Castillo, traído a Tampico por el amor y el destino

Agradece a Dios la oportunidad de disfrutar más a su familia

Leo Deantes | El Sol de Tampico

  · viernes 25 de junio de 2021

Disfruta de seguir en el futbol | Leo Deantes

Alejandro Castillo Castillo, nacido en la delegación Miguel Hidalgo del antiguo Distrito Federal, hoy Ciudad de México, es un jugador de futbol profesional que por azares del destino y al amor radica en la ciudad y puerto de Tampico, donde no ha dejado de practicar el deporte de sus amores.

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Con 33 años de edad y múltiples condiciones supo llegar hasta lo más alto del balompié azteca, sin embargo el destino y Dios, como él lo asegura, le han dado la oportunidad de disfrutar más a su familia ahora que en lo profesional no ha contado con la fortuna de regresar.

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“Desde niño gracias a mi padre comencé con esta pasión por el futbol, aunque yo arranqué como portero, me encantaba aventarme, revolcarme, pero poco a poco me fue apasionando la posición de delantero”, dijo.

Continuó, “mi papá tuvo la oportunidad de jugar con América, es Martín “Lobo” Castillo Huerta y jugó con Batata, “Ruso” Brailovsky, Alfredo Tena, le tocó la época dorada y ya cuando nací él me inculcó este amor por el futbol”, comentó para EL SOL DE TAMPICO Alejandro Castillo.

"Mi carrera es un regalo de Dios": Castillo | Leo Deantes

Debutó con los Rayos del Necaxa en el 2007 en el máximo circuito, tuvo la infortuna de descender con el cuadro hidrocálido, lo que lo llevó a ser una de las máximas figuras en esa división, adjudicando campeonatos, títulos de goleo y ascensos, tuvo un breve paso por Irapuato, también militó con los Tiburones Rojos del Veracruz, Atlético San Luis y Lobos BUAP, pero a partir de ahí no ha tenido la oportunidad de regresar.

“Cuando juegas por no descender en un equipo, son emociones encontradas, desde mi punto de vista, como joven en ese momento tuve la oportunidad de estar en primera división, me había costado mucho trabajo, pero tenía que manejar muchas emociones, sabes que no es lo mismo estar en el ascenso en todo aspecto, y por supuesto que hay presión, porque de por medio están las familias y el trabajo constante”, señaló el “Niño” Castillo.

En 2021 vistió los colores de Marlins | Cortesía Club Marlins

El “Niño” cuenta su historia con confianza a EL SOL DE TAMPICO, del por qué llegó a la zona sur de Tamaulipas, aseverando que su testimonio va encausado en la fe en Dios.

“En mi caso tenía la fe por costumbre, pero no era realmente como se debiera, como jugador y persona cometí errores, sin embargo pude enderezar mi camino, conocí a mi esposa Sonia Mayorga en Aguascalientes, ella es de acá -Tampico-”.

Y fue precisamente en este puerto donde asegura encontró la fe “con ella deje pausada mi carrera para darle prioridad a mi vida espiritual y personal y desde 2017 me encuentro en esta tierra que es muy bonita y me han tratado muy bien”.

Asegura el futbolista que su carrera ha sido un regalo de Dios, pero el más grande ha sido tener una familia y seguir su camino para transformar su vida.

Actualmente no ha dejado de practicar el deporte, puesto que en el amateur es invitado constantemente por equipos, además que en los últimos meses vistió la casca del Club Marlins de futbol rápido profesional, aportando su experiencia y disfrutando de una pasión que es difícil dejar de lado.



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