Un día como hoy pero de 1994, la Jaiba Brava del Tampico-Madero culminaba con éxito su paso por la temporada 1993-1994 de la Segunda División; con un campeonato en el Estadio Tamaulipas venciendo al Irapuato por 3-1 y el ascenso a la Primera División.
Con un 'trabuco' dirigido por José Camacho Serratos, la Jaiba Brava terminaba de arrasar con aquella temporada donde terminaron como líderes de la general con 71 puntos y se completaba el objetivo de ser campeones.
En aquella ocasión y luego de tres años en la Segunda División, el equipo de casa venía de perder la final de la temporada 1992-1993 contra Toros de la Universidad Tecnológica de Neza y lejos de ser un desaliento, el equipo lo tomó como motivación para lograr el título ante su gente.
Escenario inmejorable
El ambiente no podía ser mejor, las calles y el estadio estaban repletos de aficionados celestes, quienes lo llenaron hasta las lámparas y no dejaron espacio ni para un alfiler. Incluso, en una reciente visita de jugadores de aquel plantel, Ricardo “El Petróleos” Moreno contó para esta casa editora que tuvieron que bajar cuadras antes del Tamaulipas, pues el autobús ya no pudo avanzar de tanta gente que había.
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La Jaiba Brava venía de perder la final de ida en el estadio Sergio León Chávez por 2-1 y ya en la vuelta, aquel equipazo celeste se impuso por 3-1 con goles obra de de Sergio Lira al minuto 8', Francisco “Panchillo” Fernández al 35' y René Mendieta al 65', para así ganar 4-3 en el global y ganar el ansiado ascenso a Primera División.
Esa noche, José Camacho mandó en su once titular a Javier Quintero de portero, Oscar Torres, Ray Rodríguez, Ricardo “Petróleos” Moreno, Víctor Moreno, Salvador Vaca, Francisco “Panchillo” Fernández, Jorge “Chiquilín” Cabrera, Héctor del Ángel, René Mendieta y Sergio Lira.
Un significado especial
Ese título representó mucho para José Camacho, pues señala que ha sido su máximo logro profesional y le valió para hacerse de un nombre como entrenador. Además, Francisco “Panchillo” Fernández pudo romper su malaria de tres finales perdidas al hilo contra América, Monterrey y la UT Neza. La cuarta fue la vencida.
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De aquel plantel se formó un gran grupo, pues señalaron en su visita a EL SOL DE TAMPICO el “Petróleos”, “Chiquilin” y Victor Moreno, que las adversidades económicas los unieron aún más, siendo que hasta en una ocasión salieron a vender playeras y artículos del equipo para juntar dinero y poder obtener sus pagos. Actualmente, 30 años después, la amistad prevalece entre los jugadores.
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La Jaiba Brava ascendió a la Primera División en 1994 pero también lo que realmente ascendió aquella vez fue la pasión de dos ciudades por su equipo. Un amor incondicional que ha resistido a lo largo de los años y que sigue ondeando con orgullo en las tribunas del Estadio Tamaulipas.
