La hemeroteca de El Sol de Tampico está considerada como una de las más nutridas de Tamaulipas, a lo largo de 74 años de vida el periódico recopila poco más de mil volúmenes que contienen casi 27 mil ejemplares, creando así un cúmulo de historias que crece con las generaciones.
Pero el acervo no solo se concentra en esta biblioteca de ejemplares que El Sol tiene en su edificio de Álvaro Obregón 311, sino que trasciende hasta las casas de los propios lectores, donde muchas personas atesoran recortes o periódicos que forman parte de sus recuerdos de vida.
Con gran orgullo podemos decir que en los cajones de algunos burós, los álbumes de fotos familiares o en un cuadro colgado de las paredes de algún hogar, hay fragmentos o planas completas de nuestras ediciones.
En la hemeroteca hay anhelos y logros de quienes forman está comunidad
También empresas, sindicatos, escuelas y organismos civiles de varios ámbitos tienen en sus oficinas enmarcados una sección especial, un reportaje o una noticia que forma parte de su trayectoria y que guardan con aprecio.
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Entre los pocos más de mil tomos que se han ido recopilando en la hemeroteca de El Sol de Tampico se concentran los anhelos, la alegría y los logros de este puerto, pero también sus momentos difíciles y el esfuerzo por salir siempre adelante, por lo que su valor humano es trascendental.
El Sol de Tampico: Pilar de la identidad regional en 74 años de publicaciones
Las anécdotas de diversos personajes, los hechos importantes y el cambio que ha tenido la ciudad forman parte de la identidad de nuestra zona, que ha sido difundida desde la primera edición de El Sol de Tampico, un 23 de Noviembre de 1950.
El historiador y escritor Francisco Ramos Alcocer, quien hizo su tesis sobre los medios de comunicación de Tampico, menciona que las aportaciones a la identidad de la ciudad que hace El Sol de Tampico han sido relevantes para conocer temas que de otra forma la mayoría de la población hubiera tenido poco acceso y con la difusión ahora son temas populares entre la gente.
Menciona que tan solo el periódico impreso como tal ya es una obra de arte, al ser un artículo muy tradicional.
“Con los reportajes de personas, lugares y hechos históricos se crea una identidad, porque al paso del tiempo se fue dando al irse posicionando el periódico y creando una historia dentro de la ciudad, lo que generó publicaciones en esta casa editora como la columna Hace 50 Años y otras” ,dijo.
Martínez Leal, El Padre Salas y Alfonso Casados entre las plumas de El Sol Tampico
Entre los investigadores que han escrito en El Sol de Tampico se encuentran con diferentes seudónimos y luego con su nombre, Antonio Martínez Leal, quien fuera el primer cronista oficial de la ciudad de 1971 a 1975, con artículos que aportaron importantes datos para la identidad del puerto pues dio a conocer que la etimología que describe a Tampico como “ciudad de perros”.
El padre Carlos Bruno González Salas tuvo una activa participación en las páginas de El Sol de Tampico, el también licenciado en Ciencias Sociales fue cronista de Tampico de 1975 a 2010, siendo el más prolifero, al escribir poco más de 100 libros con diferentes investigaciones, hechos históricos y relatos de la historia de este puerto, con muchos de sus escritos publicados en este rotativo.
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Otras importantes aportaciones fueron las hechas por Alfonso Casados, historiador que tuvo una colaboración en varias épocas, así como Aurelio Regalado, quien con su “Nuevo Inventario” dio a la crónica de la ciudad un nuevo impulso, con muchos y diversos temas publicados en esta casa editora, que contribuyeron a la promoción de la historia que guarda la ciudad y que forman parte del acervo que el rotativo siempre ha procurado difundir.