La interacción con el público y la exploración del espacio hacen del teatro una de las corrientes artísticas más dinámicas y versátiles. Esto se puede apreciar en el trabajo de Víctor Zavala, quien se ha desempeñado como escenógrafo en diversos proyectos escénicos.

En una amena charla para EL SOL DE TAMPICO, el integrante de DOSCE, la compañía comentó la manera en que comenzó esta parte de su trayectoria artística, los retos que conlleva diseñar un espacio y las posibilidades que se pueden alcanzar gracias a dicha labor.

Sus inicios como escenógrafo

Víctor explicó que su incursión en la escenografía se dio mientras formaba parte del pequeño grupo de teatro, que dirigía la Mtra. Linda Leyva.

Fue dentro de esta agrupación en donde no solo inició sus pininos en las artes escénicas, sino que también comenzó a formar su visión de lo que necesita un espacio, esto al apreciar el trabajo que realizaban Luis Nieto y Caín Valdez.

"Observaba mucho y siempre me ha gustado cómo resolver problemas. yo siempre me veo más como un solucionador de problemas que como diseñador", comentó.

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Dentro de este colectivo, Zavala trabajó como vestuarista en la obra "El Zoológico de Cristal", para posteriormente trabajar con otros artistas del sur de Tamaulipas como actor y como diseñador.

Con el paso del tiempo Zavala conocería a Sandra Muñoz Cruz, quien la invitaría a formar parte de la Compañía de teatro del Espacio Cultural Metropolitano, hoy conocida como Dosce La Compañía.

“Se acercó y me invitó a participar en lo siguiente que estaban haciendo y de ahí para el real, me quedé. Desde entonces he hecho los trabajos de escenografía y de vestuario que hace la compañía”

Víctor Zavala rompe la regla

El teatro “a la italiana" es el modelo más utilizado por los artistas para montar una obra. Sin embargo, Víctor Zavala se ha dado a la tarea de romper con la norma al hacer que el público rodee a los actores y al escenario.

"Esto tiene que ver mucho de la composición estética y de otras obras que vas viendo y de tu formación estética, y sobre todo de qué es lo que quieres conectar con el público", comentó.

El artista también explicó que estas decisiones creativas se relacionan con el nivel de interacción que se busca con los espectadores.

“No digo que la forma tradicional que es a la italiana, no funcione, pero hoy me cuesta un poco por las cuestiones de sentir esta lejanía. Sin embargo, creo que hay textos y hay proyectos y hay procesos que se mueven mejor así”, señaló

Hinemoa y Tutanekai, Trabajos de Amor Perdido, Brevísimo Ensayo sobre el amor y el Viaje de los Cantores son algunas obras en las que se aprecia el estilo tradicional de montar teatro y el toque particular de Víctor.

Los retos que implica diseñar un espacio

Para Víctor Zavala, una obra en donde la audiencia rodee al escenario implica sacrificar la cantidad del público, aunque, también considera que esta propuesta implica una mayor concentración para el elenco.

“Te pone más atento, te pones más conciente y te hace buscar mejores conexiones con tus compañeros y mientras estés más consciente, más alerta, más atento, estarás en el presente y eso es lo que buscamos en el teatro”

Esto se parece a las obras "La Casa de Bernarda Alba", "Papá está en la atlántida", así como en "El Viaje de los Cantores", es este último proyecto se creó una sensación de estar en un vagón de tren donde viajan los migrantes.

Trabajar sin las bondades de un teatro

Es importante hacer mención que además de llevar a escena estos proyectos en un teatro, Víctor también ha tenido la oportunidad de montar obras en espacios no convencionales como lo son casas, patios e inclusive salas y comedores.

Destaca que este tipo de lugares, los cuales pueden carecer de las facilidades de un teatro, le han exigido reinventarse y encontrar la forma de contar una historia de forma no convencional.

Un ejemplo de ello se dio cuando DOSCE, La compañía trabajó en el espacio de trabajo que se ubicaba en la colonia Campbell.

“Montamos, con los alumnos, Bodas de Sangre. Había dos casas en ese terreno e hicimos ahí con esos recursos, la obra"

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Después de estas experiencias, el docente ha comprendido que cada proyecto ofrece distintas oportunidades para experimentar, resolver problemas y entender que su trabajo depende de las funciones y papeles de sus compañeros.

“No estamos aislados del otro. La escenografía no vive sola, vive con luz, con actores, con trazos de director, con música o efectos sonoros, porque sí solas las cosas en teatro no viven. Viven en conjunto”.

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Tomando en cuenta esto, el integrante de DOSCE compartió que la escenografía es un oficio que necesita apreciar el trabajo de otros y saber qué es lo que se quiere contar.

“Es importante que uno se vea reflejado en lo que estás haciendo y que además vayas en la misma linea de quien está encabezando el proyecto".