Considerada Patrimonio Cultural de la Humanidad, la celebración del Día de Muertos es una tradición de gran arraigo en México, especialmente en la huasteca y más en municipios como Pánuco o Tempoal, donde se reúnen para una gran fiesta.
Los días 1 y 2 de noviembre acompañados de música, danzas y la elaboración de altares, la sociedad se reúne y hace que la vida y la muerte se unan para recordar a sus seres queridos.
Particularmente, estos días se puede apreciar un baile muy característico llamado “la viejada” o “danza de los viejos”, integrada por parejas de bailadores. Cada una de estas parejas o en sí mismo cada bailador, está representando a un sujeto o personaje de la cotidianidad inmediata, del entorno cultural en el que se desarrolla la viejada.
El historiador de Pánuco Luis Enrique Pérez Pérez relata que “van desde personajes o sujetos de la vida cotidiana como una enfermera, un médico, una curandera, como también personajes hoy en día que tienen que ver más con cuestiones de ficción, que son retomadas de otros contextos o de otras culturas, sobre todo de la cultura del cine estadounidense”.
Cuatro personajes importantes
Pero en particular hay cuatro caracterizaciones que son básicas, y que siempre van a estar presentes en las cuadrillas debido al simbolismo que guardan en sí mismo:
- El vaquero, siendo la representación de lo masculino y la fuerza necesaria para la agricultura y ganadería de la zona, además de simbolizar el elemento agua pues al humedecer la tierra, se fertiliza
- Embarazada que simboliza elemento tierra, representando la vida que nace de ella y su continuidad
- El diablo viene a representar simplemente una fuerza negativa que es parte del universo y que permite el equilibrio de las fuerzas del bien y el mal, pues ambos son necesarios. Este personaje está vinculado con el elemento del fuego
- La muerte, está vinculada con el elemento del aire y con recordarnos que la vida es efímera, refiriéndonos a la vida en la tierra de este plano físico en el que estamos insertos todos y que es pasajera
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“Eso, por un lado, que todos vamos hacia ese mismo fin en sí mismo, todos tenemos ese mismo destino, nacemos para morir y en ese sentido la muerte está vinculada con el aire, con el último suspiro y también en ese sentido pues con esta otra visión o perspectiva sobre esta otra vida que es etérea, que es subjetiva, que es otro plano distinto al plano terrenal. Entonces de ahí que el aire nos remite precisamente a eso”, mencionó el entrevistado a EL SOL DE TAMPICO.
Llevan máscaras para burlar a la muerte
Todos los bailadores tienen que ir disfrazados o interpretando otra identidad muy distinta a la de ellos, esto debido a que por un lado están representando a un sujeto o personaje de la cotidianidad que son los muertos. Tienen que cubrir esa identidad por que la muerte estará alrededor de la comparsa porque está tratando de llevarse a más almas.
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“En esta creencia una manera de burlar a la muerte, de que no te lleve, pues es cambiando de identidad. Entonces esa también podría ser otra interpretación sobre el uso de la máscara, que es un requisito, o sea es sí o sí que cada bailador debe de llevar una máscara o en su defecto utilizar elementos que oculten su identidad original”, describe Luis Enrique.
Jóvenes se integran a la tradición
Hoy podemos ver cómo los jóvenes se integran a bailar dentro de esta danza y como recurren también a otros personajes que no necesariamente son propios de la Huasteca, e inclusive propios de México, se puede apreciar como retoman personajes de películas estadounidenses o de series pues cada bailador desborda su imaginación y sus recursos para elaborar su caracterización.
Luis Enrique menciona que la participación de los jóvenes en esta tradición se debe a que el sector educativo empezó a fomentar esta tradición hacia el interior de sus escuelas.
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“Creo que son categorías estéticas que muchas veces se contrastan entre sí, se contraponen, y esto a veces resulta a veces como muy burdo y a veces resulta como muy estético. Creo que ahí reside la riqueza de que la viejada se esté actualizando en cada año que se recrea vamos a ver precisamente cómo cada comparsa se prepara para que sus disfraces y máscaras nos sorprendan a nosotros como espectadores”, finalizó.