Aunque el origen de las piñatas se pierde en la bruma del tiempo, con versiones que aseguran que son originarias de China y otras que afirman son una adaptación de festividades prehispánicas, lo cierto es que a pesar de que estamos en años en los que la tecnología es omnipresente en todos los ámbitos de la vida, las piñatas siguen siendo un objeto que alegra, une y es capaz de reunir a todos por igual y es un arte y una colorida tradición para quienes las fabrican.
La historia oficial dice que fue el navegante italiano Marco Polo quien conoció las piñatas durante uno de sus viajes a China y de ahí las llevó a Europa, en donde fueron adoptadas por la iglesia en sus festividades y de ahí, los españoles la trajeron a América para ayudarse en sus tareas evangelizadoras.
Otros dicen que los mexicas tenían celebraciones al Dios Huitzilopochtli y que utilizaban objetos muy parecidos a lo que hoy conocemos como piñatas. El hecho es que durante la Colonia, la Iglesia recurrió a este elemento de la cultura popular para hacer más fuerte la difusión de su doctrina.
Las piñatas han trascendido los siglos y se han enfrentado a la modernidad
La piñata ha trascendido el paso de los siglos y enfrenta con éxito a la modernidad, pues no se conoce hasta ahora un artículo electrónico que sea capaz de cumplir con su función: Ser destruida para la diversión de quienes se unen en torno a ella, esperando además verse recompensados con lo que hay en su interior.
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La ajetreada vida moderna tiene un cambio radical en la temporada navideña, cuando es más frecuente ver que la presencia de las piñatas se multiplica por doquier, pues son muy solicitadas para las posadas, preposadas y cualquier celebración que se realice en diciembre con ese pretexto.
No obstante, el oficio de elaborar piñatas sí está en riesgo, pues durante décadas se han hecho de manera artesanal, utilizando carrizo o madera, papel periódico y engrudo y las tradicionales ollas de barro, hay quienes con una visión más empresarial y organizada las producen en fábricas, en serie, aunque sin ese encanto que les da el haber sido hechas a mano por familias de larga experiencia en esto.
Familias adoptaron el oficio de hacer piñatas como sustento económico
La familia Carrillo Zúñiga es ejemplo de ello, desde hace 25 años se ha dedicado a establecer su negocio familiar con la elaboración de las piñatas, en cada temporada no pasan desapercibidas .
Blanca Estela Carrillo comenzó con este oficio que actualmente le ha brindado la oportunidad de sacar a su familia adelante, con el apoyo de su esposo e hijo es como cada uno realiza una función para llevar a cabo la elaboración de las piñatas.
En la temporada navideña incrementan las ventas de piñatas
“Es un negocio familiar que comenzó con la inquietud de hacer piñatas para los cumpleaños de nuestros hijos desde hace 25 años, nos dedicamos a esto, lo que se ha convertido en un ingreso económico extra”, mencionó.
La temporada más esperada para quienes se dedican a la elaboración de las piñatas es la navideña, aunque actualmente el costo se ha elevado para adquirir los elementos de preparación, actualmente la piñata más económica se puede adquirir en 200 pesos pero también se tiene de dimensiones más grandes llegando medir 2 metros con un precio de mil pesos, reiteró Estela Carrillo.
Los productos siguen siendo los mismos para su elaboración tradicional, el engrudo a base de harina y agua, el periódico u hojas recicladas y para brindarle una mayor resistencia el carrizo.
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“Lo más bonito de elaborar las piñatas es que lo hacemos todos juntos, desde hace varios años también nos apoya mi cuñada y ella aprendió viendo todo lo que hacemos, es un negocio que nos une, pasamos más tiempo juntos mientras armamos cada diseño de piñata”, puntualizó.
Mencionó que a pesar de los años la ciudadanía continúa adquiriendo las piñatas con los nuevos personajes que van surgiendo cada vez más, lo que genera se reinventen con lo que está en tendencia.
Uno de los personajes más iconos que han realizado en piñata es la del presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, al ponerlo a la venta se popularizó tanto que la ciudadanía comenzó a adquirirlo para los eventos políticos.
Así es como las piñatas continúan siendo un arte y una colorida tradición para quienes las fabrican siendo la temporada navideña en la que más se solicitan.
