El uso de los distintos pronombres ha sido una discusión relevante en la sociedad actual, levantando argumentos acerca de la forma en que el lenguaje ha cambiado. A continuación, se plantean razonamientos de dos posturas.
Es menester aclarar que, en el caso de la Real Academia Española (RAE), el proceso de la institución es recopilar la manera en que la sociedad utiliza las palabras. Por lo tanto, su objetivo es describir los fenómenos del lenguaje que suceden, y no impartir reglamento acerca de su utilización.
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Pronombres clásicos: “él” y “ella”
Uno de los argumentos acerca de los pronombres “él” y “ella” es que los pronombres clásicos han sido parte de la lengua durante mucho tiempo y están arraigados en la tradición gramatical, lo que puede darles un sentido de continuidad y estabilidad. Punto resaltado por el artículo “The Minimalist Program”.
Otra situación que se puede presentar es que facilitan la comunicación con hablantes no nativos. Los pronombres clásicos son, generalmente, más fáciles de entender para personas que están aprendiendo el idioma español, ya que siguen reglas gramaticales más convencionales.
A pesar de lo anterior, una señal en contra del uso de los pronombres clásicos, o simplificar en un adjetivo indefinido como “todos”, es la rigidez lingüística que puede presentar. El idioma es un sistema vivo que evoluciona con la sociedad.
Mantener pronombres clásicos puede llegar a parecer una restricción innecesaria en la expresión de género. Como se explicó en el artículo “¿Binario o no binario? Morfología de género en español: Diferencias dependientes de la tarea”.
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Además, el artículo continúa, el uso de pronombres clásicos, como "él" y "ella", puede excluir a personas no binarias, de género diverso o que se encuentran en el espectro de la sexualidad. Esto puede hacer que se sientan invisibilizadas o no respetadas.
Uso de pronombres inclusivos: sustituir con “e”
Los partidarios de los pronombres neutros muestran que su uso denota respeto por las preferencias de género de cada individuo y evita la imposición de categorías sexistas que pueden no representar adecuadamente la identidad personal. A su vez, el uso de pronombres inclusivos refleja la realidad de la sociedad actual y promueve un lenguaje más actualizado. Como explicó en su video el lingüista y escritor, Adrián Chávez.
También, entra en juego la cuestión del respeto y reconocimiento de la diversidad de identidades de género. Entre tanto, su adopción puede promover un lenguaje más inclusivo y sensible al género.
Sin embargo, algunas personas argumentan que el lenguaje neutro va en contra de las tradiciones y normas culturales relacionadas con el lenguaje, lo que hace que sean difíciles de aceptar. Como lo mencionó Mario Vargas, escritor.
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Con lo anterior, la adopción de pronombres inclusivos puede percibirse como un cambio abrupto en el lenguaje, lo que a menudo genera resistencia o rechazo por parte de quienes no están acostumbrados a ellos.
La sociedad, a lo largo de los siglos, ha cambiado la concepción del lenguaje dependiendo de su uso en cada época. Así pues, la aceptación de pronombres inclusivos es un proceso gradual que está en constante evolución, y aún es una incógnita la resolución que obtendrá.