Uno de los diarios más famosos del mundo lleva por nombre “Kitty” y fue escrito, entre 1942 y 1944, por una adolescente alemana, quien llevaba una estrella amarilla en el brazo. Su nombre era Ana Frank y mientras ella escribía, escondida junto a su familia en un zulo, afuera se vivía la Segunda Guerra Mundial.
Cuando en 1933, el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (mejor conocido como “Partido Nazi”) llegó al poder; la familia Frank de ascendencia judía, se mudó de Frankfurt a Ámsterdam, en Holanda. Sin embargo, el viernes 10 de mayo de 1940, el país sería invadido por Adolf Hitler como parte de su proyecto supremacista de la raza aria.
El poder de la Alemania Nazi: el alcance del horror
La siguiente información fue obtenida de la Organización Casa de Ana Frank, del Museo Conmemorativo del Holocausto de los Estados Unidos y, claro, del Diario de Ana Frank.
Una pequeña advertencia para el lector, quien espere encontrar en este artículo una historia feliz, se le advierte que desista del cometido. Nuestro recorrido comienza el viernes 1 de septiembre de 1939, cuando Alemania invade Polonia dando inició a la Segunda Guerra Mundial.
➡️ Te puede interesar: Del estante | ¿Cómo murió Cleopatra realmente?
En 1940, Alemania invade Holanda, Francia, Bélgica y Luxemburgo. En ese momento, ya se planea “La solución final”, un plan genocida sobre el pueblo judío. El cual dio inició con medidas de segregación y decomiso de propiedad privada de la población.
Las personas judías no podían dirigir negocios, entrar a cines, cafeterías, parques o tiendas, además tenían que usar una estrella amarilla que los diferenciaba del resto.
El domingo 5 de julio de 1942, Margot Frank, hermana mayor de Ana, recibe una carta para presentarse en un “Centro de trabajo alemán”.
No obstante, para ese momento los rumores que corren señalan, y con razón, que tales centros de trabajo no existen, son campos de concentración donde las personas mueren de hambre y sed. Después se descubrirá la existencia de las cámaras de gas.
¿Dónde se escondió Ana Frank y quién la ayudó?
Desde la primavera de 1942, Otto Frank comenzó a acondicionar un escondite en la calle Prinsengracht 263, en Ámsterdam, donde antes estaba ubicada su empresa.
El lunes 6 de julio de 1942, un día después de que Margot reciba la solicitud de empleo del Partido Nazi, la familia se instala en el zulo, de aproximadamente 40 metros cuadrados. Ana lo llama “La casa de atrás”.
Al poco tiempo, se mudaría Fritz Pfeffer y la familia van Pels, conformada por Hermann, Auguste y Peter. Este último sería el primero y el único joven en besar a Ana.
Sigue nuestro canal de EL SOL DE TAMPICO: las mejores noticias en WhatsApp
Los refugiados recibían suministros del interior, tanto ropa como comida, libros y papel, de manos de Johannes Kleiman, Victor Kugler, Johan Voskuijl, Bep Voskuijl, Jan Gies y Miep Gies. Ninguno de ellos era de ascendencia judía, pero sí personas solidarias con sus amigos.
Ana pasaba los días leyendo, escribiendo y escuchando la radio, siempre a un volumen bajo. Estaba interesada en la monarquía y quería ser escritora.
Cuando en una ocasión escucha al ministro de educación holandes, en Radio Orange, solicitar a la población guardar diarios y documentos de guerra, la joven piensa que cuando todo acabe, quizás se anime a publicar sus memorias.
¿Cómo murió Ana Frank? El tiempo en el campo de concentración
El viernes 4 de agosto de 1944, la Gestapo, denominada “la policía nazi” irrumpe en el anexo secreto. Karl Silberbauer, a cargo de la brigada, arrestó a todos los habitantes del lugar y trasladó a los Frank al centro de concentración y exterminio de Auschwitz, en Polonia.
Casi tres meses después, Margot y Anna son enviadas al campo de Bergen-Belsen, en Alemania. Allí ambas contraen fiebre tifoidea y mueren con pocos días de diferencia entre febrero y marzo de 1945. Margot tenía 18 años y Ana, 15 años.
➡️ También puedes leer: Del estante | La dolorosa enfermedad que sufrió Elena Garro al escribir su obra maestra
Annelies Marie Frank murió casi tres meses antes de que la Segunda Guerra Mundial llegará a su fin. El único miembro de la familia que sobrevivió fue Otto Frank, quien publicó el diario de su hija el miércoles 25 de junio de 1947, donde la joven escribió: “Sigo creyendo, a pesar de todo, que la gente es buena en el fondo de su corazón”.