La Constitución de 1857 sentó las bases de la nación y defendió la libertad de educación, trabajo, prensa, asociación y libre tránsito en el territorio. Conformada por 128 artículos, los 155 diputados que la escribieron se reunieron por primera vez el 14 de febrero de 1856. Casi un año después, el 5 de febrero de 1857, la Constitución se promulgó en Palacio Nacional.
Antecedentes históricos
De acuerdo al Gobierno de Veracruz, Antonio López de Santa Anna fue un dictador mexicano que ocupó el control del país en seis ocasiones diferentes, en 1833, 1834, 1839, 1841, 1844 y 1847. En 1848, el general pierde la guerra México-Estadounidense y se exilia en Jamaica.
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En 1853, Santa Anna busca retomar el poder del gobierno federal. Como consecuencia, se produce la Revolución de Ayutla y se redacta, en 1854, un Plan con el mismo nombre.
Como resultado del Plan de Ayutla, el 16 de octubre de 1855, se convoca a 155 diputados, procedentes de todos los estados del país, a participar en la elaboración de un nuevo proyecto de ley. La finalidad era prevenir la creación de un nuevo régimen dictatorial, además de reconocer los derechos de los ciudadanos.
La cita fue un 14 de febrero
Acorde al Museo de las Constituciones, el Congreso Constituyente se reúne por primera vez el 14 de febrero de 1856. Ese día, 155 personas de distintas ideologías políticas, comienzan a planear la conformación, redacción y objetivos del documento legal que va a fungir en un futuro como la máxima autoridad de la nación.
Con una licencia de la imaginación, podemos suponer cómo algunos de estos 155 hombres les dijeron a sus parejas sentimentales de la época: “lo siento, cariño, no puedo estar contigo el 14 de febrero, debo ir a escribir la Constitución del país”.
El amor a la patria
El Diccionario del Español de México (DEM) define la palabra “amor”, en una de sus acepciones, como: “afición y gusto de alguien por algo”. Ese “algo” puede ser la “patria”, entendida, por la misma institución, como “nación en la que se ha nacido y de la que uno siente formar parte”.
Los integrantes del Congreso Constituyente de 1856, de tendencias liberales, moderadas y conservadoras, tuvieron que ponerse de acuerdo en cuáles serían los principios básicos de gobierno.
La Constitución de 1857 sentó las bases de un país democrático, con la libertad como derecho fundamental. Se acordó respetar la división de los tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial. Además, se abogó por la dignidad de los ciudadanos. El documento establece el derecho de las personas a ganarse la vida bajo la profesión de su elección de forma lícita.
De igual manera, se crean las bases de una educación libre, de la no discriminación, libertad de expresión y de prensa. De igual manera, se defiende la libertad de petición en materia política, la libre asociación y el libre tránsito. Regida bajo el amparo de la igualdad, la Constitución no reconoce ni otorga títulos de nobleza, para no generar distinción entre los habitantes de la República.
El 14 de febrero de 1856, 155 diputados se reúnen por primera vez en el Congreso Constituyente para hablar sobre su idea de nación. No todos piensan igual, no todos se agradan entre ellos, pero son capaces de juntos redactar los 128 artículos que conforman la Constitución. Tal labor quizás fue fruto de su amor por la patria.