El 22 de febrero de 1914, un año después del asesinato de Francisco I. Madero, Hilario Rodríguez Malpica Sáliva, primer teniente del Cañonero Tampico, inició un motín en el barco, tomó preso al capitán y, desconociendo la autoridad de Huerta, se unió a la causa de la Revolución. Esta es la historia de las batallas que libró en el mar.
Cuando Manuel Arellanos, capitán del Cañonero Tampico, apostado en Guaymas, Sonora, le informó a su tripulación su acuerdo con la transición del Poder Ejecutivo Madero-Lascuráin-Huerta, aceptada por la Secretaría de Marina, quizás no pensó que varios hombres a su cargo se iban a sublevar, lo tomarían prisionero e iniciarían un conflicto naval.
Rumbo a Topolobampo: puerto de las fuerzas Constitucionalistas
La siguiente información fue obtenida de los portales de la Secretaría de Marina y Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena):
Tras tomar el control del navío, Rodríguez Malpica se dirigió rumbo al puerto de Topolobampo, en el Golfo de California, lugar tomado por las fuerzas constitucionalistas a cargo de Venustiano Carranza.
La decisión tal vez no fue la mejor a nivel estratégico teniendo en cuenta la descripción que Raúl Tapia, historiador, realiza sobre el lugar "es una bahía muy amplia, pero solo navegable por un canal submarino estrechó".
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Por instrucciones de Huerta, los cañoneros “Guerrero” y “Morelos” comenzaron a perseguir a Tampico en aguas de Sinaloa, lo alcanzaron al día siguiente y abrieron fuego contra él. Para ese momento, Malpica ya fungía como capitán de la embarcación.
A pesar del ataque, el cañonero Tampico llegó a Topolobampo. Los barcos Guerrero y Morelos venían tras él y lo cercaron. Cuando el 4 de marzo de 1914, Malpica intentó dirigirse hacia Mazatlán, los barcos a favor de Huerta abrieron fuego contra él.
Crónica de un bloqueo
Unos días después del primer enfrentamiento, el Tampico se vio cercado por más embarcaciones, un buque de la armada y un navío mercante, de nombres Demócrata y Alejandro respectivamente, se trasladaron al lugar para bloquear el camino.
Todo esto era observado de lejos por embarcaciones extranjeras, estadounidenses, alemanas y japonesas, quienes no intervinieron en el conflicto alegando neutralidad.
El 31 de marzo de 1914, el barco Tampico intentó de nuevo abandonar Topolobampo y durante cuatro horas se enfrentó contra los cañoneros Guerrero y Morelos, hasta llegar al puerto de Punta Capas, donde tomó provisiones y fue reparado.
La madrugada del 16 de junio, Malpica hizo otro esfuerzo para llegar a mar abierto, pero el plan fue descubierto y la embarcación fue atacada. El combate se extendió hasta las primeras horas de la mañana, momento en el cual el capitán del Tampico recomendó a sus hombres abandonar la nave.
Ante la pregunta sobre qué motivó a Malpica a rebelarse, la respuesta podría estar en sus antecedentes familiares. Era hijo de Hilario Rodríguez Malpica Segovia, jefe de Estado Mayor durante la presidencia de Madero.
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Poco después de las 07:00 horas del 16 de junio, tras abandonar el barco bajo su mando, al verse perseguido por los cañoneros Guerrero y Morelos, a bordo de un bote salvavidas, Hilario Rodríguez Malpica Sáliva, decidió abandonar el mundo de los vivos por propia mano, mientras el Tampico se hundía frente a sus ojos. Victoriano Huerta dimitió de la presidencia casi un mes después, el 15 de julio de 1914.