Con su delicioso sabor y olor a canela, las torrejas son un postre tradicional de Semana Santa en varios estados de la República, aunque para esta zona de puerto aún es poco conocido entre buena parte de la población.
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Pepis Arias de Gorordo, fundadora hace 74 años de Pastelerías Pepis, como emprendedora y visionaria es la única que vende en estos días de cuaresma una variedad de platillos y postres típicos de esa temporada.
Fiel a las tradiciones y a no perder las costumbres gastronómicas arraigadas, impulsa la difusión, conocimiento y sobre todo degustación de las torrejas, las cuales se elaboran únicamente bajo pedido.
“Yo las conozco desde que era niña porque en mi casa las preparaban en una cazuela, era canela, pan de un día anterior rebanado y frito, el cual se remojaba con miel de piloncillo y se ponía en el fuego”, recuerda.
Desde hace más de 50 años Pepis vende un menú típico de Semana Santa y lamenta que muchas personas, desde los jóvenes hasta personas adultas, no conozcan las torrejas, “es una lástima que esa tradición se pierda cada vez más, ya que en Europa es uno de los postres más comunes de la Cuaresma”.
Existes diferentes tipos de torrejas, las que van bañadas con vino tinto, miel de piloncillo o vino blanco, en todos los casos “el sabor es delicioso y un ingrediente que nunca debe de faltar es hacerlas con amor, porque eso es parte de que los alimentos queden muy sabrosos”.
Para Pepis, conservar la tradición de Semana Santa en sus platillos es importante, por eso incluye esta delicia que muchas personas jamás han probado.
“Es importante que no se pierda esta costumbre que nuestros abuelos y padres tenían, por lo cual es preciso que se les dé una mayor difusión, porque existen zonas en la República Mexicana donde son muy populares y no pueden faltar en la mesa, sobre todo los viernes previos a la Semana Mayor”, refirió.
¿TORREJA O TORRIJA?
La torreja es conocida en España como “torrija” y en otros lugares como “tostada francesa”, en cualquier presentación tiene un dulce sabor a Cuaresma.
Consiste en una rebanada de pan que es empapada en leche, almíbar o vino y tras ser rebozada en huevo y se fríe en una sartén con aceite; se puede endulzar con miel, melaza o azúcar y es aromatizada con canela.
Este plato es muy conocido en el mundo entero y su origen se remonta a hace muchos años, ya que la primera referencia que se tiene es en un recetario de Marco Gavio Apicio, gastrónomo romano del Siglo I, donde escribe la receta de la torrija, aunque sin incluir el huevo y la llama aliter dulcia (otro plato dulce).
LA TRADICIÓN DE COMERLAS EN SEMANA SANTA
Se dice que se debe a la penitencia de ayuno durante la Cuaresma, debido a que la gente al no poder comer carne, buscaban en otros alimentos la energía necesaria. Las torrijas, como llevan huevo, leche, miel y pan de varios días, eran el alimento perfecto para esos días.