La página de Facebook de Woodstock alcanzó medio millón de seguidores, curiosamente es la misma cantidad de asistentes a dicho festival musical. Un evento de tres días que inició el 15 de agosto de 1969, y que se transformó en una leyenda.
Hoy al consultar su página web un lacónico mensaje explica que la celebración del 50 aniversario ha sido cancelada, pero que el espíritu de amor, paz y música continúa. No habrá concierto pero sí hay souvenirs: discos, ropa, accesorios, libros, películas, estampillas postales, etc.
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Woodstock se ha transformado en una empresa dedicada a administrar una leyenda y apoyar causas sociales del siglo XXI. Una empresa que finalmente no logró conseguir financiamiento para organizar su festival de aniversario. Vale la pena recordar algunos detalles relevantes del concierto.
El mexicano Carlos Santana
Nacido en Jalisco, avecindado en Tijuana y residente de San Francisco, se reveló como un guitarrista de altos vuelos. Su participación en el festival fue el despegue de su carrera. Su mezcla de rock-psicodelia y ritmos latinos se conectó por completo con el ambiente de la época.
El chilango Adolfo de la Parra
Otro mexicano, el baterista Fito de la Parra, a la sazón integrante de la banda Canned Heat, estuvo el primer día de Woodstock. Fito ha seguido activo como baterista con el nombre de Canned Heat, y publicó su libro Living the Blues, donde comenta ampliamente su participación en el festival.
Los Beatles estuvieron en Woodstock
Se dice que fueron los grandes ausentes del evento, pero vaya que estuvieron presentes a través de su canción “With a little help from my friends”. Interpretada por el cantante Joe Cocker, con una inolvidable versión musical.
El himno nacional de Estados Unidos
Antes del festival el guitarrista Jimmy Hendrix ya había sorprendido al mundo del rock con su estilo para tocar la guitarra. Y aquí interpretó el himno nacional de Estados Unidos con una distorsión tal que simulaba bombas y metrallas de la guerra de Vietnam, a manera de protesta. Ese fue quizá el punto culminante del evento y algunos dicen que de la historia del rock.
Y el Oscar es para...
El mejor documental de 1970 fue “Woodstock: 3 días de paz y música”. Y desde 1996 este film es conservado en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, como parte del National Film Registry, que contiene películas consideradas “cultural, histórica o estéticamente significativas”.
La contracultura hippie
Más allá de la música, Woodstock es un documento de la cultura hippie: sus vestuarios coloridos, su cabello largo, las pinturas psicodélicas, el amor libre, el andar desnudos, las drogas, la poesía, el yoga, la fascinación por las culturas orientales, las comunas, el pacifismo; una condición que a veces se resume en una frase: amor y paz.
El festival de la guitarra
El instrumento de seis cuerdas fue protagonista a través de Hendrix y Santana. Con Alvin Lee y sus acelerados solos con su banda Ten Years After. Con las notas de blues de Canned Heat. De la salvaje guitarra de Pete Townshed de The Who. Además de las bellos sonidos acústicos de las guitarras de Joan Baez, Richie Havens, o del trío de Crosby Stills & Nash.
Hay muchos otros momentos que vale la pena recordar de este hecho, para ello es buena idea escuchar el álbum triple o ver la película nuevamente. Por último, una reflexión del coleccionista de discos tampiqueño, Héctor Rentería, “estamos viviendo tiempos muy violentos, es tiempo de retomar la filosofía del festival: paz y amor”.