Hace 50 años Mafalda se despidió de sus lectores. Desde mayo de 1973 sus personajes hablaban de “tomarse un descansito”, “un tiempito”, de darle a su público la oportunidad de gozar de “nuestra grata ausencia”.

Hasta que llegó el 25 de junio y por boca de Mafalda su autor, Joaquín Lavado “Quino”, explicaba que era hora de darle un descanso a los lectores. Desde 1964 y hasta 1973 estuvieron presentes en diarios y revistas de Argentina.

Admiradora de los Beatles y del secretario de la ONU

Pero ¿quién era Mafalda? En su libro de 1988 “Mafalda inédita”, se reproduce el currículum que ella escribió en 1968.

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Explica que nació el 15 de marzo de 1962, que su papá es agente de seguros, su mamá ama de casa y tiene un hermanito que se llamaría Guille. Sus amigos son Felipito, hijo de un ingeniero; Manolito, que atiende la tienda de su padre; el pequeño Miguelito y Susanita, quien es descrita de manera mordaz por Mafalda como la “Premio Nobel de la Clase Media”.

Mafalda se declaraba fan de personalidades tan disímbolas como el secretario de las Naciones Unidas, U Thant; y de los Beatles (quienes según ella deberían ser presidentes del mundo). Y afirmaba que le gustaría trabajar como traductora en las Naciones Unidas para promover la paz; cuando un jefe de estado dijera cosas malas de otro, ella modificaría la traducción y asunto arreglado.

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Activista por los derechos de los niños

Después de su despedida, fue llamada por la Unicef en 1976 para ayudar a promover la Declaración de los Derechos de los Niños. Son diez principios que con la ayuda del humor y crítica de Quino, nos resultan más fáciles de entender.

Estas ilustraciones se pueden encontrar aún en la página oficial del organismo internacional (aparecen como los “10 derechos fundamentales de los niños, por Quino”).

Generaciones posteriores han conocido a Mafalda a través de publicaciones populares como el libro acoplado “Todo Mafalda”, un paquete de 12 cuadernillos con gran parte de su obra.

Aparte su legado sigue vigente en la página web de su creador Joaquín Salvador Lavado (quino.com.ar).

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Y sobre todo Mafalda se ha convertido en un fenómeno de la mercadotecnia comercial, con las licencias para el uso de su imagen en todo tipo de productos de consumo (ropa, juguetes, papelería, souvenirs, etc.).

Al paso de los años se le atribuye a Mafalda un perfil feminista, de izquierda, de activismo social. Y quizá su mejor definición venga del filósofo Umberto Eco, quien dice que ella es una “heroína iracunda que rechaza al mundo tal cual es… reivindicando su derecho a seguir siendo una niña que no quiere hacerse cargo de un universo adulterado por los padres”. Hace 50 años dijo adiós y aún sigue presente en este mundo.