"La llamada en el mundo de las letras "Poeta maldita" Alejandra Pizarnik, escritora argentina de ascendencia rusa que terminó con su vida a los 36 años en septiembre del 72, habría cumplido 88 años este 29 de abril de 2024.
Pizarnik fue una escritora a quien Julio Cortázar, otro de los grandes escritores latinoamericanos, hizo confrontarse con ella misma, con su vida, en un afán de apoyarla a salir de su mundo depresivo.
En entrevista para EL SOL DE TAMPICO, la mediadora del Programa Nacional de Salas de Lectura Mary Carmen Alarcón, comparte algunos datos y curiosidades sobre la vida de esta poeta.
"Fue una poeta perteneciente al boom latinoamericano, una mujer muy sensible de un alma muy oscura. Fue una de las llamadas ‘poetas malditas’ porque era muy amarga, muy dolorosa a la hora de escribir. Ella veía la vida con mucho dolor", comentó.
Te recomendamos: Palabras que transforman: el impacto de la escritura en la sociedad y el alma
La mediadora resaltó el hecho de que el elemento que hizo destacar a Alejandra fue atreverse a hacer aquello que nadie más había hecho y contarlo con demasiada sensibilidad sensorial.
"Sus diarios fueron escritos todos en prosa, también sus cartas pero siempre tenían esas reminiscencias poéticas que la acompañaban", agregó Mary Carmen Alarcón.
Otro poeta argentino de la misma generación, quien sin duda inspiró y continúa inspirando a cualquier persona de origen latinoamericano con interés en convertirse en poeta o escritor, es Julio Cortázar.
En entrevista para esta casa editora, el maestro en Comunicación de la Ciencia y la Cultura, Héctor González Viveros, nos adentra en la vida y obra del autor, comenzando por definir quién fue, describiéndolo como uno de los autores contemporáneos más importantes del siglo XX. "Fue alguien que resumía lo internacional, mucho más antes que existiera el concepto ‘global’, él ya era un escritor latinoamericano internacional, por lo tanto lo que escribía pegaba en otros, no solo en los argentinos", comentó González Viveros.
¿Qué caracterizaba el estilo de Pizarnik?
Mary Carmen Alarcón comentó que su estilo lo caracterizaba el surrealismo y ese eterno dolor que llevaba en el alma, el que la estaba torturando.
"En Latinoamérica se vivió como ‘El boom latinoamericano’, en Estados Unidos se vivió como ‘La generación B', pero tuvo esos mismos tintes, de surrealismo psicodélico, de vivir todo ese momento", agregó.
Además añade que su idea fija de la muerte era un sello para ella. El dolor jamás fue expresado tan precisamente con palabras tan dolientes como las de Alejandra Pizarnik. "A veces decimos 'no hay palabras para expresar este dolor', pero sin duda ella tenía las palabras exactas para expresarlo, tenía un alma muy atormentada", comentó.
¿Qué caracterizaba el estilo de Cortazár?
Sobre los elementos que caracterizaban su estilo, el maestro en Comunicación añadió: ‘"Hay quien dice de Cortázar que escribía con la fuerza de los pasos de un elefante, que empezaba a escribir en la máquina y no paraba".
Menciona que Cortázar fue un hombre de su época que experimentó con las artes, fue fotógrafo, le gustaba el cine y la música, mayormente el jazz.
"Cortázar leyó a sus contemporáneos y eso lo vas notando en cómo fue evolucionando su forma de escribir, y cómo esas lecturas retroalimentaron su trabajo".
Sobre los aspectos de la vida que aparecen en la obra del autor, el profesor también hizo mención sobre la corriente artística surrealista, la cual menciona que es clave para que Cortázar logre ser tan universal en sus temas.
"Hace un juego importante al crear la ficción, y la ficción la mezcla con la realidad, tiene esta capacidad de hacer mágico el mundo", agregó.
La amistad y conexión entre cartas poéticas
Sobre la correspondencia que Pizarnik le enviaba a Julio Cortázar, la mediadora de Lectura añadió: "Creo que es más rescatable la respuesta de Cortázar, donde él de manera tan poética le dice la importancia y el valor que tiene la vida, la lleva a confrontarse con ella misma, a sacar las garras, pero lamentablemente es algo que a ella no le ayudó".
Mary Carmen hizo hincapié en el hecho de que la poeta, Pizarnik, pedía permiso para irse de aquí, "eso es lo que más buscaba ella entre sus letras, hasta que un día lo llevó a cabo y ya no fue de este mundo", concluyó.
Sobre esta misma relación de amistad, el maestro y promotor de los círculos de lectura Héctor González Viveros añadió que el miedo de Cortázar a perderla se vuelve un tema y una excusa para explorar lo que no explora en otras obras.
"Es lindo pero es triste y terrible, sobre todo por cómo termina Alejandra y cómo esto afectó la vida de Julio", expresó.
"En ella hay desesperación, en él hay ternura que yo pocas veces he visto en otros escritores, porque no es la intelectualidad disfrazada de ternura, es algo real", agregó.
Sigue nuestro canal de EL SOL DE TAMPICO: las mejores noticias en WhatsApp
Para concluir, González Viveros comentó que para él, Cortázar nunca es "Julio Cortázar", sino que siempre es "Julio", y ahí en los poemas y cartas para Alejandra es donde es aún más él mismo.