Estimado(a) lector, concédenos un viaje en el tiempo. Vamos a retroceder poco más de 50 años, hasta el domingo 2 de febrero de 1969, en la Plaza de Armas en el centro de la ciudad. Sostenemos un ejemplar de EL SOL DE TAMPICO que anuncia: 'Matinés dominicales en tus cines favoritos a precios populares'.
La cartelera nos indica que tenemos varias opciones para elegir. Dependiendo de la distancia que deseemos recorrer, podemos caminar rumbo al cine Tampico o Altamira, quizás optar por el cine Isabel “Chabelita”, Alcázar, Plaza. Variedades, Hilda o tomar el transporte público rumbo al Tamesí.
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¡Cácaro! Comenzamos el viaje por la mañana
En 1969, el cine Tampico está en calle Altamira, contraesquina de la Plaza de los Enamorados. Ahí se proyectará “El mago de Oz”, seguida de “Aventuras de Robin Hood” y “El castillo de Chapultepec”. El costo de admisión es de tres pesos.
O quizás sea preferible ir al cine Altamira, después nombrado Olimpia, donde estará “El aviador fenómeno” con Resortes Resortin de la Resortera; aunado a “El pantano de las ánimas” y “El solitario”. Abajo, en luneta, el acceso es de dos pesos y arriba, en gradas, de un peso.
En el cine Isabel (también conocido como “Chabelita”), ubicado en la esquina de Aduana, el mundo de “Simbad, el marino” y “King Kong” puede ser nuestro, tras pagar los dos pesos de la entrada.
Por su parte, en el cine Alcázar se proyectan 'Dogora: el monstruo del espacio', 'Forja de valientes' y 'La ley del revólver'.”En el cine Plaza, por tres pesos podemos ver a John Wayne “a todo color” en “Aventurero del pacifico”.
El séptimo arte en la mirada de una niña
En entrevista para EL SOL DE TAMPICO, Ma. del Lourdes George, nos platica el siguiente relato como aficionada a la gran pantalla:
“Los domingos de los años 60, a partir de las 10 de la mañana, los niños íbamos a la matiné. De la casa nos mandaban con lonche, porque las funciones se extendían hasta las dos o tres de la tarde. Yo llevaba mis tortas de huevo con chorizo y en el cine Altamira compraba palomitas y refresco”.
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“Los cines tenían una sola sala y la pantalla era gigante, mucho más grande que las actuales. La matiné consistía de tres películas con sus respectivos intermedios. Al salir te dolía un poco la cabeza”, recordó la entrevistada.
“En el cine Altamira apostaban por el cine mexicano, con cintas de Angélica María, César Costa, Enrique Guzmán, Antonio Aguilar, el huracán Ramírez, Blue Demon y el Santo. A veces el público se emocionaba y gritaba los nombres de los enmascarados”, indicó George.
“En el cine Isabel podías ver filmes españoles de Rocío Durcal y Marisol. En el cine Alcázar, que tenía forma de castillo, encontrabas “Ben-Hur”, “Los diez mandamientos” y “Espartaco”, por ejemplo”, prosiguió la entrevistada.
“En ocasiones, el rollo de la película se comenzaba a quemar en la pantalla, entonces, se escuchaba una sola palabra al unísono: ¡Cácaro! El proyectista tenía que arreglar el desperfecto, a veces, era rápido; en otras ocasiones se encendían las luces y, entonces, comprendíamos que el daño en la cinta era más grave”, concluyó Ma. del Lourdes George.
¡Cácaro! Nos adentramos en la tarde-noche
Lector(a), en nuestra imaginación continúa siendo el domingo 2 de febrero de 1969. En el cine Tampico, a las 16:05 horas y a las 22:05 horas, podemos ver “Nacidos para perder”.
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En tanto, en el cine Variedades, a las 16:60, a las 19:25 y a las 20:00 horas, con un costo de cinco pesos la entrada, podemos encontrar a “Las sicodélicas”, con la participación de Isela Vega y Rogelio Guerra. El cartel promocional reza: “A ver quién puede con ellas”.
Esta noche se estrena en el cine Hilda, en calle Obregón, entre Aduana y Juárez, “Angélica y el rey”, con Michele Mercier. El póster está acompañado del comentario “Vea con todo su brutal realismo cómo se celebra una misa negra”.
La función de “Angélica y el rey” comenzaría a las 16:10 y se repetiría a las 20:00 horas en el cine Hilda, con admisión exclusiva para adultos, el precio del boleto era de cuatro pesos. Terminando la cinta, tras un breve intermedio, iba a iniciar “La maravillosa Angélica” con la misma protagonista.
¿Qué pasaba en Ciudad Madero?
El mismo domingo 2 de febrero de 1969, la cartelera del cine Tamesí, en Ciudad Madero, consistía en la siguiente matiné: “El Santo en el museo de cera” aunado a “Dos criados malcriados” con Viruta y Capulina; además de “Ahí está el detalle” con Cantinflas.
En la tarde, a las 16:00 horas, y en la noche, a las 20:10 horas, sería el turno de “20 mil leguas de viaje submarino”, adaptación de la novela homónima de Julio Verne. Los boletos se vendían a dos pesos con 50 centavos, o a tres pesos con 50 centavos, dependiendo de la sección.
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Después de 127 minutos en la sala, quienes se sumergieran en la historia podrían contestar “a la pregunta formulada hace seis mil años por el Eclesiastés: ¿Quién ha podido jamás sondear las profundidades del abismo?” y decir con confianza: “El capitán Nemo y yo”.
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Casi termina nuestro recorrido por la historia de los cines en Tampico (y Ciudad Madero). Antes de concluir, todavía inmersos en un juego de la imaginación, una pregunta, si en verdad fuese el domingo 2 de febrero de 1969, estimado lector(a), ¿cuál de todas las películas iríamos a ver?
